La digna rabia

Este jueves 13 de octubre se estrena en salas de CABA, Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba la película «Ruido», una coproducción entre Argentina y México dirigida por Natalia Beristáin y protagonizada por Julieta Egurrola.

Esta película acaba de ser distinguida en la competencia de Horizontes Latinos del Festival de San Sebastián con el Premio de la Cooperación Española, que tiene como objetivo reforzar el compromiso de trabajar conjuntamente con la industria audiovisual de Iberoamérica.

Al recibir este premio Beristáin, expresó que «ante el dolor, la digna rabia. Ante el horror, la belleza. Ante la indolencia, el abrazo. Gracias por ser faro en esta época tan oscura. Desde nuestro quehacer les acompañamos y no nos cansaremos de decirles: no están solas».

«Ruido» trata sobre Julia, una mujer que busca a su hija Gertrudis, desaparecida hace nueve meses. En el camino se encuentra con otras mujeres que impulsan sus propias búsquedas, pero de forma colectiva, lo cual forma redes de contención y acompañamiento.

La perspectiva feminista atraviesa todos los tiempos y territorios pero, cuando aparecen este tipo de relatos, invitan a conocer nuevas dimensiones de la violencia y la lucha de las mujeres que merecen una mirada distinta.

El espacio aquí es México y el contexto es el de la llamada guerra contra el narcotráfico, que cuenta desde su inicio en el 2006 al día de hoy un registro de 90.000 personas desaparecidas, por lo que la violencia de género está cruzada a múltiples violencias de otro orden también. Es entonces que la perspectiva de género de «Ruido» está fuertemente apoyada en la valentía de las mujeres que impulsan una constante búsqueda de justicia, que es un acto verdaderamente riesgoso en sí mismo. Participan en la película integrantes de la Asociación Voz y Dignidad por los Nuestros S.L.P, A.C. y del Colectivo Buscándote con Amor de Estado de México, esto implica un interesante encuentro de la ficción con el documental.

La peripecia de sus personajes está dada en un periodo corto de tiempo, no se expande más allá de un pequeño recorrido de Julia (que se podría emparentar al de Susana Trimarco) y una periodista que la acompaña y le basta esto para dar a entender un mundo mucho más amplio.

El espíritu de «Ruido» pone cierta expectativa puesta en las jóvenes que quieren recuperar la calle para reclamar por sus derechos. Pero nos entrega un final oscuro y desesperanzador en consonancia con la cruda realidad del presente de México, con una secuencia de créditos finales desgarradora y tétrica.