La guerra de la salsa de tomate

heinzeEl mundo de los negocios, el ámbito empresarial, muchas veces es más impulsivo, o mejor dicho sanguíneo, de lo que muchos creen. Escudados bajo la ética, las corporaciones no toleran que se rompan “los códigos” y gastan tiempo y energías en cruzadas que no llevan a ninguna parte. Porque, al fin y al cabo, las empresas están conformadas por personas, con virtudes y defectos.
Los casos se cuentan por miles, y la última vendetta es la que realizó McDonald’s hace unos pocos días cuando rompió una relación de más de cuarenta años con la marca de aderezos Heinz. ¿La causa? El exconsejero delegado de su rival más directo, la cadena Burger King, asumió en la empresa norteamericana que desarrolla salsas ketchup y mostaza (entre algunos de sus 57 productos) con el mismo cargo.
mcEste directivo se llama Bernando Hees, es brasileño y estuvo en el puesto durante tres años. Gracias a la decisión de Heinz de sumarlo a sus filas, los promotores de la felicidad decidieron poner fin al vínculo de 4 décadas y optaron por cambiar de proveedor en sus más de 34.000 locales, con todo lo que sabemos que acarrea renovar un distribuidor.