La importancia de las redes en pandemia

Si de personas resilientes hablamos, él es el mayor ejemplo: superó dos veces al cáncer (a los 33 años y a los 50), perdió en 2019 a Mariana -su mujer- de manera inesperada y, más allá de todos los obstáculos que la vida le presentó, salió adelante. Por él y por su prioridad: sus 4 hijos, que lo acompañaron a sol y a sombra.

Rafael Maratea, además de ser el progenitor del famoso, brillante y polémico influencer Santiago, es el fundador de Marateatraining, una firma dedicada a la capacitación empresarial en la que se brindan cursos de coach de equipos. «Llegás a amar la vida cuando te das cuenta que mañana es tarde y que es corto nuestro paso por acá», asegura el coach.

En cuanto a la comunicación en pandemia, Maratea reconoce dos tipos: «Por un lado está la oficial, que genera temor y ese es su fin, creo yo, y por el otro está la comunicación de las personas que, a partir de la pandemia, aprendieron a hacerlo de una manera distinta, empezamos a entender la comunicación de manera productiva, de una forma que le pueda hacer bien al otro», y agrega que «la comunicación oficial, en cambio, hizo que mucha gente se deprima y mucha suponga que su hora llegó y que iba a morir en cualquier momento. Gente que no salió de su casa durante toda la cuarentena. Es terrible lo que se generó».

Santiago Maratea, su hijo menor y el joven influencer que ayudó a juntar 2 millones de dólares en tan solo 12 días para comprar el medicamento más costoso del mundo a Emmita, una beba que sufre Atrofia Muscular Espinal es, según Rafael, «su gran maestro». «De niño no veía a Santi en este presente, era un bicho raro que estaba todo el día con el celular tuiteando, entonces junto con Mariana, mi mujer, le impusimos que de 9 a 17 se tenía que ir de casa porque vagos no manteníamos», confiesa Rafael. Pero con el paso de los años, esa sensación se modificó por completo: «Santiago me cambió la vida. Me hizo cambiar la forma de pensar, de sentir, de hacer. Mi comunicación creció gracias a él. De mis 4 hijos, el más difícil para comunicarse es él, que es una mente privilegiada, te da vuelta en el aire en 5 minutos. Yo lo transformé en mi maestro porque me descolocaba cada vez que me hablaba. Y porque puede ver la vida de una manera distinta y desafiante. Cuando él quiere aparecer, aparece. Así es mi relación con él y la acepto y disfruto», relata orgulloso el coach.

En base a su hijo y a su propia labor, Rafael considera relevante el rol de las redes durante la pandemia y afirma que «ya se encontró la vuelta de tuerca, ahora hay que potenciarla. Gracias a las redes, mañana viene un amigo mío sin trabajo y hoy publico el CBU o lo paso a grupos de WhatsApp y es instantáneo todo». En cuanto al desempeño de Santiago, cree que «la movida de él es muy clara y categórica: es un claro ejemplo de la utilización de las redes con fines loables. Hoy en día hay de todo: vivos, Zoom, charlas, conferencias, la mayoría gratuitas de gente que quiere expandir su conocimiento o volcarlo a otros y eso es muy interesante». Además, agrega que «hoy las redes son una herramienta de transformación y cambio para el mundo, si las podemos utilizar bien, vamos a llegar muy lejos».

Finalmente, Maratea cree en la importancia de una premisa: el para qué. Es el leitmotiv de cada ser humano: «Siempre uso la misma frase que dice que la persona nace dos veces: cuando nace y cuando descubre para qué. Y a veces nos toma toda una vida descubrir ese para qué, pero cuando sucede, uno se transforma automáticamente, no hace falta que pase nada y en consecuencia empieza a cambiar la vida de los demás simplemente porque cambió la suya. Hay que descubrir para qué hago lo que hago, para qué me levanto a la mañana, para qué tengo el trabajo y la familia que tengo, esa es la pregunta del millón». Y concluye al afirmar que «el universo te da cachetazos y mañana es tarde, y como es así, me propongo hacer todo lo que tengo que hacer día a día: decir ‘te quiero’ a mis seres queridos, mandar ese mensaje, estar con mis hijos, mis perros. De eso se trata, de vivir el hoy y pensar en nuestros propósitos, ese para qué que todos llevamos dentro y tenemos la tarea de descubrir».