La «nueva normalidad» palestina

2021, un año en el que la llamada «nueva normalidad» está a la vista de todos y con la esperanza en las vacunas contra el coronavirus que hagan volver al mundo a una situación similar -o al menos parecida- a inicios del 2020.

El Estado Palestino no escapa a esa realidad y piensa en regresar, aunque sea en el ámbito electoral, a una normalidad con elecciones libres a pesar de su lucha y su continuo conflicto con su rival y vecino: Israel.

El pasado viernes 15 de enero, el mandatario palestino Mahmud Abbas anunció el llamado a elecciones en los territorios palestinos a pesar de la división que sufre, donde se conformarán las legislativas y presidenciales de este año, en lo que se denomina un acuerdo histórico para llevar al Estado a una leve mejoría y paz política.

Elecciones en tres fases

La primera se conformará por la llamada elección legislativa que se realizará el 22 de mayo. Luego se llevarán a cabo las presidenciales el 31 de julio y posteriormente la votación para el Consejo Nacional Palestino el 31 de agosto. Las últimas de este tipo que se dieron en el Palestina datan de 2005.

Para que esto suceda se tuvieron que dar algunos factores, como el acuerdo entre las facciones de Hamas (arduo defensor de la lucha palestina) y de Al Fatah (el movimiento palestino de liberación nacional que es comandado por Mahmud Abbas).

Para el mandatario, estas elecciones son catalogadas como «una etapa histórica» para el pueblo palestino, que tendrá la tarea de llevarse adelante en los diferentes territorios de Palestina, la Franja de Gaza y los territorios ocupados de Cisjordania, así como en un sector de Jerusalén.

Vale mencionar que las últimas elecciones fueron en el periodo 2005-2006 y luego pasaron 15 años de conflictos y de revés para la política palestina, donde en el último año se sumó la crisis de la pandemia de COVID-19 que sumergió más en un indescifrable futuro al Estado, que no escapó de algunos ataques provenientes de Israel.

Todo este proceso se da 5 días antes de la asunción de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos. Claramente, desde Medio Oriente se intenta dar un mensaje a la nueva administración acerca de que los palestinos están dispuestos a sentarse y dialogar para un futuro próspero, a diferencia de lo que fueron las tratativas con la gestión saliente de Donald Trump, quien impuso ciertos requisitos que solo avivaron el conflicto entre ambas partes.

Lo cierto es que Palestina quiere reconstruirse y las próximas elecciones son todo un desafío para ese nuevo inicio. ¿Podrán ponerse de acuerdo y que este sea duradero? La respuesta la dará el tiempo. Desde la Casa Blanca, sus nuevas autoridades esperan una señal. Por su parte, Biden tiene en sus manos una esperanza de cambio en lo que fue el papel de Estados Unidos en los últimos tiempos en relación a Medio Oriente y, sobre todo, en el conflicto palestino-israelí.