La salud mental, víctima del aislamiento

El encierro y la falta de sociabilidad en un tiempo prolongado trae consecuencias tales como fobias, ataques de pánico o depresión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades de salud pública de todo el mundo están actuando para contener el brote de COVID-19 en este momento de crisis que genera estrés en la población. Con un informe de consideraciones psicosociales y de salud mental lanzado el 12 de marzo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS hacen algunas recomendaciones a la población en general, trabajadores de la salud, líderes de un equipo o gerentes de un establecimiento de salud, quienes tienen niños bajo su cuidado y adultos mayores, cuidadores y personas con trastornos de salud subyacentes, así como también personas en aislamiento o cuarentena.

Consideraciones de la OMS y OPS

Estas apreciaciones de salud mental fueron elaboradas por el Departamento de la OMS de Salud Mental y Uso de Sustancias, como un mensaje dirigido a diferentes grupos clave para apoyar el bienestar psicosocial y la salud mental durante el brote de COVID-19. Las mismas se encuentran en la página oficial de la OPS y OMS.

Las dos organizaciones hacen énfasis en minimizar el tiempo que se dedica a mirar, leer o escuchar noticias que le causan ansiedad o
angustia. Buscar información únicamente de fuentes confiables y principalmente sobre medidas prácticas que le ayuden a hacer planes de protección para propios y seres queridos. También aconsejan la búsqueda de actualizaciones de la información una o dos veces al día, a horas específicas. El flujo repentino y casi constante de noticias acerca de un brote epidémico puede hacer que cualquiera se sienta preocupado.

Es importante informarse sobre lo que en realidad está sucediendo, no escuchar los rumores y la información errónea y solo replicar del sitio web de la OMS, el de la OPS y de las plataformas de las autoridades nacionales y locales de salud, a fin de ayudar a distinguir los hechos de los rumores. Conocer las informaciones fiables puede ayudar a minimizar el miedo.

Aumenta el consumo de ansiolíticos en Argentina

Según informó Marcelo Peretta, secretario general del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos (Safyb), «se disparó fuerte el consumo de psicofármacos, sobre todo de clonazepam y antidepresivos. Son datos diarios que informan los directores técnicos de las droguerías». Según el Safyb, en 2019 se vendieron 132 millones de unidades. «Se prevé que este año, como mínimo, se vendan 4 millones más de unidades anuales. Esto es una proyección, pero como esta situación de cuarentena recién se está disparando, el número puede llegar a aumentar», dijo el secretario general del sindicato. Entre enero y marzo de 2020, ya se comercializaron 36 millones de pastillas. Los precios oscilan los 439 pesos aproximadamente.

Los medicamentos más demandados son los tranquilizantes y ansiolíticos, es decir, aquellos que son usualmente utilizados para calmar los nervios o para poder dormir. Existe una gran demanda de antidepresivos. La compra de estos medicamentos necesita una receta médica psiquiátrica y debe ser consumido bajo un control médico.

Caso norteamericano

En Estados Unidos se presentan casos parecidos en el consumo de fármacos, alcohol y cannabis. Según el diario New York Times, la demanda de cannabis en Estados en donde su consumo es legal creció el 150% desde que comenzó la medida de aislamiento preventivo, aunque Estados Unidos no decretó la cuarentena total. Imágenes en distintos medios de comunicación y redes sociales muestran largas filas para poder comprar marihuana. En Canadá, donde ya se presentan casos de COVID-19, algunos Estados, a pesar de haberse decretado la cuarentena, mantienen abiertas las licorerías para el expendio de alcohol. De hecho, se determinó desde el primer momento que son negocios esenciales.