La sufrida vida del «Pelé ghanés»

¿Qué pasa cuando un deportista alcanza su mejor momento a los 17 años? ¿Qué ocurre cuando a esa edad ya te dicen que estás destinado a ser el sucesor de Pelé, Maradona o Messi? Esta es la historia de uno de esos futbolistas, Nii Lamptey, que fue nombrado el «nuevo Pelé» cuando fue figura del seleccionado de Ghana que salió campeón del Mundial Sub-17 de Italia en 1991.

Su historia comienza a los 6 años cuando jugaba en las calles de Accra, Ghana, donde nació el 10 de diciembre de 1974. El deporte le servía para escapar de lo que pasaba en su casa. Cada vez que volvía a su hogar le pegaban tanto su padre como su madre. Tan mal la pasaba que a veces prefería dormir en un auto antes que volver. Esto empeoró cuando sus padres se divorciaron. A los ocho años se fue a vivir con su padre a Kumasi, pero la nueva esposa de su papá no quería saber nada con un hijo de otro matrimonio. En un momento, cuando Lamptey dejó de llorar tras los golpes, el padre lo empezó a quemar con cigarrillos.

Finalmente, fue el fútbol lo que lo llevó a irse de su casa. Y se fue a jugar al Kaloum Stars. Pero los problemas con el padre no terminaron, porque él venía de una familia cristiana y, al estar en un equipo musulmán, se convirtió al islamismo. Eso al padre no le gustó, entonces iba a las mezquitas a pelear a su hijo.

Escape de Ghana

Su primera oportunidad llegó cuando con 14 años fue a la Copa Mundial Sub-17 de Escocia en 1989. A pesar de que Ghana quedó afuera en primera ronda, varios clubes (Anderlecht, Glasgow Rangers, Vasco Da Gama) pusieron el ojo en él y quisieron contratarlo. El mayor problema era que Ghana no quería desmantelar su equipo, entonces le sacó el pasaporte a sus seleccionados.

Sin embargo, él estaba obstinado en irse. «No le dije a nadie, ni siquiera a mis padres. Agarré la poca suma de dinero que tenía y me fui a la estación de micros. Ahí encontré un hombre que iba para Nigeria», cuenta Lamptey. Y agrega: «Le dije que no tenía pasaporte y quería ir a Lagos. Me dijo que si le pagaba no había problema». Tuvo que pasar tres fronteras para llegar a Nigeria, escondido atrás del asiento del conductor «rezando» para que no lo encontraran. En Lagos se encontró con Stephen Keshi, capitán de la selección nigeriana y jugador del Anderlecht, con quien había hablado previamente y que habría pretendido ser su padre para que Lamptey se pueda ir al Viejo Continente.

Llegada a Europa

Con tan solo 15 años ya estaba en Bélgica. Tal era su talento que en ese país cambiaron las leyes para que él pudiera debutar. Se convirtió en el futbolista más joven en jugar en Bélgica, con tan solo 16 años. En ese torneo convirtió siete goles en los primeros catorce partidos.

Así llegó, como el representante más importante de su país, al Mundial Sub-17 de Italia de 1991 y Ghana salió campeón por primera vez en un certamen mundialista. Cuatro goles marcó Lamptey y fue considerado el mejor jugador en un torneo que tenía a Marcelo Gallardo, Juan Sebastián Verón, Josep Guardiola y Alessandro Del Piero, entre otros, en la competencia. Fue en ese momento en que Pelé lo declaró su sucesor.

Dos años muy positivos en Bélgica llevaron a que pase al PSV, en reemplazo de Romario, donde también le fue bastante bien y convirtió 10 goles en 22 encuentros. Además, fue parte de los seleccionados ghaneses que consiguieron el bronce en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 y el segundo puesto en la Copa de Naciones de África de ese mismo año.

Magia negra

Su debut en la Selección Mayor de Ghana fue en 1991 contra Togo, en un encuentro clasificatorio a la Copa Africana de Naciones. Pero ese partido lo terminó aterrorizado, porque empezó a vomitar sangre mientras estaba jugando. Él cree que esto fue una maldición de sus excompañeros del Kaloum Stars, enojados porque los dejó para irse a Europa.

Después de su gran paso por Bélgica y Holanda cruzó el Mar del Norte para irse, en una extraña transferencia, al Aston Villa. Rara porque en ese momento él era la figura del PSV, que era un club más exitoso que el inglés. Ahí solo pudo jugar diez partidos por la liga y marcó tres goles, todos contra el Wigan por la Copa de la Liga. El técnico Ron Atkinson se fue del club de Birmingham y se lo llevó al Coventry, donde tampoco tuvo una buena temporada: disputó seis partidos en la Premier League y solo convirtió en la Copa de Liga.

La carrera de Lamptey en la selección fue corta. En 1996, con tan solo 21 años, se fue expulsado de la semifinal de la Copa África de Naciones que jugaban contra Sudáfrica. La gente lo culpó por haber sido eliminado de esa competencia. Solo volvió a participar en un partido después de esa derrota y aún sufre no haber terminado bien esa etapa.

Cinco transferencias en cinco años, si contamos la del Venezia de Italia en 1996, para alguien que en su momento fue considerado el sucesor de Pelé, significaban algo raro. Lamptey firmó su contrato cuando era muy chico y no sabía leer ni escribir. Su agente era Antonio Caliendo, quien usó la inexperiencia de Lamptey para aprovecharse del chico y que su pase sea de su pertenencia. De esta manera, Caliendo sacaba el 25% de cada venta y podía controlar la carrera del ghanés de la forma que él quisiera.

Su paso por Argentina

En 1997 llegó a Buenos Aires. Quería imitar a su ídolo, Diego Maradona, y así terminó en Boca Juniors. Sin embargo, el club de La Boca tenía el cupo de extranjeros lleno. Entonces lo cedieron a préstamo a Unión de Santa Fe. Su debut el 28 de febrero lo convirtió en el primer futbolista ghanés en jugar en Argentina. Pero solo participó de seis encuentros en el Tatengue.

En este caso fueron asuntos extra futbolísticos los que hicieron corta su carrera en el equipo santafesino.

Su hijo Diego (por Maradona) había nacido un mes antes de lo previsto. No obstante, el doctor le dio el alta. El bebé se enfermó, por lo que Lamptey rompió el contrato y se llevó a su hijo a un hospital de Buenos Aires. Diego tenía serios problemas en la respiración y los médicos, a pesar de que le hicieron todas las pruebas que podían, nunca supieron que tenía. Así, tras dos meses y medio internado, Diego murió. Lamptey quiso enterrarlo en su país natal pero no le dejaron trasladar el cuerpo.

Después de eso intentó volver al Anderlecht y ahí se dio cuenta de lo que había hecho su agente. Se fue a Turquía, donde estuvo en el Ankaragücü, de ahí partió al Uniao Leiria de Portugal y al SpVgg Greuther Fürth de la Segunda Bundesliga alemana. Tuvo más participaciones en esa institución, con cinco goles en 36 encuentros, pero ya no sería el que se pudo ver en sus comienzos. Encima le sucedió otra tragedia en Alemania: falleció una de sus hijas, Lisa, de la misma enfermedad que Diego.

En el 2001 empezó lo que, según él, fueron los mejores años de su vida: su paso por el Shandon Luneng de China. Posteriormente, estuvo en Al Nassr de Arabia Saudita y se convirtió en el primer futbolista ghanés en volver a jugar en su país cuando pasó por el equipo Asante Kotoko. Nii Lamptey se retiró en diciembre del 2007 cuando estaba en el Jomo Cosmos de Sudáfrica. Se vio inmerso en problemas personales cuando, mediante una prueba de ADN, se enteró que tres de los hijos que había tenido con su primera esposa no eran biológicamente suyos.

Tras finalizada su carrera, Lamptey se dedicó a criar ganado, aprendió de lo que le ocurrió en su vida y creó una escuela para enseñar a leer y escribir, a la que actualmente atienden más de 400 chicos, incluidas las dos hijas que tuvo con su segunda esposa.