Llegan las pistolas

Después de la polémica que generó la decisión del Gobierno Nacional de equipar a las fuerzas de seguridad federales con las pistolas eléctricas taser, y tras los vericuetos legales que debió sortear, este lunes finalmente se conoció el resultado de la licitación para adquirir las primeras 100 de estas armas no letales.

A un costo de 5.285.000 pesos se adjudicó la licitación a la firma AXON, que tendrá un plazo de 60 días para entregar las taser, 1.000 cartuchos operativos y 600 de práctica. Se calcula que para mediados de septiembre estarán en manos de los efectivos de la Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería y Prefectura. El costo unitario de cada arma es de 862 dólares, lo que sería casi la mitad del precio señalado al anunciar la adquisición, que era de 1.663 dólares.

Según informó el Ministerio de Seguridad, estas pistolas se utilizarán para «tareas de prevención» en lugares de «mucha concentración de gente». En el reglamento elaborado para su uso se instruye «al Jefe de la Policía Federal Argentina, al Director Nacional de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, al Prefecto Nacional Naval de la Prefectura Naval Argentina y al Director Nacional de la Gendarmería Nacional a que procedan a la inmediata implementación de cursos de capacitación específica para el empleo de armas electrónicas no letales».

También se establece que «se hará uso de las armas electrónicas no letales cuando resulten ineficaces otros medios no violentos», en los siguientes casos: a) Para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse, b) Cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas; c) Para impedir la comisión de un delito de acción pública».

«Ante el necesario empleo de armas eléctricas no letales, funcionarios de las fuerzas policiales y de seguridad federales deberán identificarse como tales de viva voz advirtiendo su inmediata intervención, salvo que dicha acción pueda suponer un riesgo de lesiones para otras personas, o cuando resultare ello evidentemente inadecuado o inútil, dadas las circunstancias del caso», se agrega en el texto.

El Ministerio señaló que «a principios de 2018 se impulsó la idea del uso de dispositivos eléctricos de incapacitación temporaria para el uso policial, con el claro objetivo de permitir abordar situaciones operacionales en las que resulte necesaria la utilización de la fuerza sin el empleo de armas de fuego. Es un medio intermedio para ejercer un uso racional y gradual de la fuerza ante situaciones de enfrentamientos con personas violentas o amenazantes».

La titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó que las taser no se utilizarán en movilizaciones sociales. «Ya para septiembre las vamos a tener en uso en lugares donde hay concentración de gente. No son armas para movilizaciones, de ninguna manera. Son para uso de carácter individual de un miembro de una fuerza para amenazas o conflictos», precisó Bullrich en declaraciones al término de un acto en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, encabezado por el presidente Mauricio Macri, en homenaje a los caídos de las fuerzas de seguridad en cumplimiento del deber.

Las pistolas taser están diseñadas para incapacitar a una persona y disparan proyectiles que administran una descarga eléctrica a través de un cable. El modelo seleccionado es el profesional X26P: el arma «es una herramienta innovadora utilizada y en la que confían las agencias policiales de todo el mundo», se especifica en el sitio oficial de Taser. Allí se señala, además, que «puede ser efectivo incluso contra los más agresivos, o personas bajo la influencia de drogas o alcohol».