Una de las últimas decisiones políticas del 2016 tuvo a China como protagonista y la ecología y la vida animal como beneficiarias, ya que el Consejo de Estado y la Administración Estatal Forestal china comunicaron que desde el mes de marzo de 2017 se producirá la clausura de parte de las 34 compañías de procesamiento de marfil y los más de 140 puntos de comercialización autorizados, con el objetivo final de terminar con toda actividad vinculada para diciembre.
De esta manera, el gobierno chino de Xi Jinping da por culminada una larga etapa en la que al ser parte del mercado fue cómplice del tráfico de marfil, para dejar solo como lugar de exhibición a los museos.
«Cerrar el mayor mercado legal de marfil del mundo impedirá a la gente en China y más allá comprar marfil y hará que los traficantes tengan más difícil vender sus existencias ilegales», declaró el consejero delegado en China de la agrupación internacional ecológica WWF, Lo Sze Ping, que catalogó de «impulso importante» en pos del cuidado de los elefantes y la prohibición mundial del comercio de este producto.
Luz de marfil
