Maestro olímpico

A través de la agencia GP Sports, Punto Aparte tuvo la posibilidad hablar con Federico Molinari, gimnasta ganador del bronce en los Juegos Panamericanos de Lima, quien luego de un año complicado para todos, como fue el 2020, nos dio un panorama acerca de sus nuevos proyectos.

“El año pasado tuvimos uno muy difícil. Nos cayeron en casi el 100% la cantidad de alumnos, las cuotas bajaron. Fue un año muy duro en el que me tuve que reinventar desde el punto de vista laboral, con mi mujer empezamos a dedicarnos a otro rubro económico para tratar de subsistir, básicamente. Nos tuvimos que mudar a una casa más pequeña con un alquiler más barato, y así tratando de salir adelante pero no dejando de luchar por lo que queríamos, que era nuestra escuela”.

Pese a este panorama, el atleta no bajó los brazos. “Hoy nos trae su recompensa porque en poquitos meses abrimos dos gimnasios nuevos y estamos en vista de seguir ampliando, entonces es eso, de tratar de pasar la turbulencia de la mejor manera y seguir adelante”, declaró.

Molinari inauguró su primera escuela a mediados del 2016, y así comenzó este sueño en el que planea seguir creciendo. “Me motiva mucho, tenemos un equipo de trabajo excelente con mi familia, con mi mujer, con toda la gente que nos acompaña. Hoy contamos con cinco escuelas y tenemos posibilidad de seguir ampliando, así que el objetivo es tratar de algún día llegar a un número de más de mil gimnastas en nuestras escuelas para poder tener también todas las características, todas las disciplinas, poder movernos también en el ámbito de poder generar gimnastas de selección y tener un semillero completo para poder alcanzar también la excelencia dentro de nuestras escuelas, así que es un proyecto que está muy bueno que me motiva y que, bueno, hoy la verdad estoy muy entusiasmado con esa parte”.

¿Hay una edad para empezar en gimnasia?

“Nosotros en nuestras escuelas tomamos chicos a partir de los 3 años, es una edad buena para empezar desde el punto de vista en que ayuda mucho a mejorar las habilidades motrices básicas como pueden ser el saltar, correr, girar, rolar, trepar. Todo eso se aprende a esa edad y aceleran mucho los procesos de aprendizaje a futuro para un chico que pasa por nuestras escuelas. Se puede empezar más de grande, hay casos de deportistas que han empezado más grandes y han llegado a ser muy buenos también. Creo que no hay un límite para poder seguir practicándolo. También tenemos muchos chicos o adultos, padres o hasta incluso abuelos que han participado de algunas clases que tenemos en las escuelas y es un deporte que realmente es muy completo, así que podés hacerlo toda la vida. Y si vamos a lo estrictamente competitivo, siempre mientras más temprano empieces es mejor.”

Asimismo, Fede es padre de dos chicos a los que ya incursionó en el mundo deportivo, Valentín y Ciro, el primero de seis años y el menor de tres. Esto lo podemos ver en las cuentas de Instagram donde se los ve realizando alguna que otra “acrobacia”. “Los chicos hacen gimnasia, para mí el deporte al igual que la escuela es una obligación, prácticamente, no es algo que se discuta. No importa cuál deporte, pero sí que hagan deporte. Hoy en día hacen gimnasia y si el día de mañana quieren elegir otro deporte, no hay ningún problema. No es algo que se debata en la mesa de nuestra familia, se hace deporte o se hace deporte, porque lo considero vital para el desarrollo y la salud de los chicos”.

Este referente llevó a la gimnasia argentina a otro nivel, ya sea del lado deportivo al ganar medallas en competencias y nombrar un ejercicio con su apellido, sino que también lo llevó a la televisión: es un capitán muy querido en Combate o en el programa de Guido Kaczka. “Ha visibilizado la gimnasia en un rubro o en un público diferente, quizás en algo podría haber ayudado. Todas esas exposiciones siempre son importantes, los Juegos Olímpicos ayudan, la tele ayuda, lo del teatro cuando me tocó estar con Flavio Mendoza seguro ayudó y, bueno, un poco también era uno de los objetivos que teníamos cuando tratábamos de estar en esos lugares”.

¿Cómo se vive esa expectativa por los Juegos Olímpicos de Tokio?

“En mi caso particular, no estoy clasificado y ya no creo que logre la clasificación por una cuestión de que la chance grande la tuve en el Mundial del 2019, donde quedé en el décimo puesto, y para poder clasificar tenía que estar entre los ocho primeros. Ahora se viene el Panamericano en el mes de mayo, donde hay posibilidades para los gimnastas que trabajan en lo que es el All Around, en la suma de los seis aparatos. Pero yo ya no estoy haciendo las seis disciplinas, solo me dedico a las anillas, así que esa parte la tengo descartada pero sí, la expectativa por los Juegos Olímpicos la tengo. Realmente me interesa saber qué va a pasar, estoy muy en el tema porque soy parte de la Comisión de Atletas, del Comité Olímpico, y tratamos de estar siempre al día para informar a todos los deportistas argentinos. Así que se ve que viene bien encaminado, cada vez hay más posibilidades y ahora con esto de que las vacunas van a estar a disposición de los atletas, creo que es una gran noticia para que la realización del evento sea más fácil. No es sencillo organizar un evento sin vacunas, pero en este caso sí, con vacunas ya cambia la cosa, porque hay una posibilidad de una interacción entre los deportistas un poco mayor.”

Los inicios de Molinari, si bien se deben a sus padres -también gimnastas-, están muy relacionados a los Juegos Olímpicos, ya que estos fueron lo que lo enamoraron del deporte. “Me acuerdo de chico, viendo a los 8 años, más o menos, la competencia de Barcelona (1992), donde estaban gimnastas muy reconocidos como Vitali Shcherbo y Aleksei Nemov, y ver los Juegos Olímpicos y entusiasmarme con participar algún día. Siempre fue algo que me motivó y que me generó la llama interna que me llevó hasta el día de hoy a seguir practicando esta disciplina”.