Magritte rompe récords

«El surrealismo es revolucionario, ya que es enemigo irreductible de todos los valores ideológicos burgueses que retienen al mundo en las horribles condiciones actuales», manifestaba René Magritte.
Magritte es, sin duda, un misterioso artista que llevo el surrealismo a lo más alto en la pintura. Su obra está fuertemente influida por la figura de Giorgio de Chirico. Más tarde entró en contacto con la vanguardia parisina del momento, presidida por André Breton, y comenzó a desarrollar un surrealismo que iría evolucionando con los años hacia un estilo muy personal, cuyos símbolos giran con frecuencia alrededor de la relación entre el lenguaje y sus objetos.
La obra titulada «Le principe du plaisir» superó el precio obtenido por «La corde sensible», que fue vendida en febrero de 2017 en Londres por 17.9 millones de dólares.
Sin embrago, Magritte rompe el récord: su obra fue vendida por 26.8 millones de dólares en una subasta de Sotheby’s el lunes en New York, estableciendo un récord para una obra del surrealista belga.

El arte es libertad

Quizá en contra de lo que el artista desearía en el momento en que los pintó, ha generado muchísimo dinero en las subastas por el valor comercial de sus obras. Para este hombre su arte era libertad, algo que no puede convivir con lo comercial de las subastas en las que se pelean sus cuadros.
«Mis cuadros son imágenes. La descripción valedera de una imagen no se puede hacer sin orientar el pensamiento hacia su libertad. Considero valedera la prueba del lenguaje que consiste en decir que mis cuadros fueron concebidos para ser signos materiales de la libertad de pensamiento. Tienden, en la medida de lo posible, a no desmerecerse por el significado, es decir, por lo imposible», expresaba Magritte.
Contrario al automatismo, su pintura es reflexiva y minuciosa, y se caracteriza sobre todo por la asociación de elementos disímiles entre los que establece ingeniosas analogías o nexos insólitos y disparatados, pero convincentes dentro de la realidad pictórica e histórica de su época. Así, sus referencias se van haciendo cada vez más intelectualizadas, hasta el punto de que muchas de sus obras deben leerse en relación con las tesis del estructuralismo.