Este viernes en el Noticero conversamos con Enrique Rositto, secretario de prensa de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP – Metrodelegados), quien detalla los motivos de la medida de fuerza del jueves 16 de septiembre y relata las experiencias habituales y durante pandemia de las y los trabajadores del subte.
Al respecto del cese de actividades, Rositto explica que «tuvimos que llevar a cabo una paralización de las 6 líneas de subte y el premetro desde las 20 horas en adelante y esto tiene que ver con el incumplimiento por parte de la empresa Metrovías de un fallo de la justicia laboral que le ordena restituir el puesto de guardia en la Línea C a nuestro compañero Carlos Toledo. Carlos se sometió a una operación de columna hace dos años, obviamente, requiere un tiempo de adaptación y recuperación y, durante ese tiempo, la empresa lo reubicó en un puesto de boletería. Una vez que tuvo el alta y los certificados médicos, la empresa se negó a devolverle el puesto. Toledo tuvo que recurrir a la Justicia, que analizó los certificados médicos que había presentado, y le ordenó a Metrovías volver a incorporarlo, y sigue negándose».
«Metrovías, que ahora se llama Emova, cambió de nombre a raíz de la concesión, hace oídos sordos ante los reclamos y no nos queda otra alternativa que llevar adelante esta medida de auto defensa de los derechos de Carlos», amplía el representante. «Más allá del daño personal y moral, saber que estás sano y la empresa, de un modo caprichoso, entra en esta actitud de ilegalidad».
Pero este no es el único reclamo del sector, «la empresa abrió una serie de conflictos, ninguno sigue por la vía del diálogo o negociación». «Antes de paralizar el subte, hay una serie de eventos y acciones que uno lleva adelante, desde discusiones con jefes y responsables de cada línea, presentarse en la Subsecretaría de Trabajo informando la situación de conflicto y solicitando la mediación, se declaran los estados de alerta y después de eso recién se llegan a las medidas de fuerza. Por ejemplo, el caso de Toledo data del día 2 de agosto, pasaron casi 45 días con todos estos pasos. Si la empresa no acciona, accionamos nosotros en defensa de nuestros derechos», explica Rositto.
Finalmente, recuerda que «el subte no dejó de funcionar ni un día en toda la pandemia. Nuestros compañeros entendieron el rol que tenían que eran trabajadores de un servicio público que tenían que transportar a los que estaban en la primera línea de batalla, médicos, médicas, enfermeros, trabajadores de la gastronomía y la alimentación». «Pasamos de 1.200.000 personas diarias a menos de cien mil. Aún así, en un espacio cerrado el nivel de contagio fue alto, tuvimos 15 compañeros fallecidos».
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