Pichetto y sus dichos lesboodiantes

El excandidato a presidente y auditor general de la Nación, Miguel Ángel Pichetto, es conocido por sus constantes exabruptos.

Años atrás, en 2016, tuvo repudiables expresiones contra los migrantes, en especial los provenientes de Perú y Bolivia, afirmando que Argentina debía restringir su política migratoria.

En esta ocasión, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, fue el blanco de sus ataques. En una entrevista brindada a Jonathan Viale, el excandidato dijo: «El Ministerio de la Mujer está en manos de una chica que es lesbiana, podrían haber puesto a una mujer», deslegitimando en una frase el trabajo llevado a cabo por la funcionaria y atacándola por su orientación sexual.

Estos dichos tuvieron lugar en el marco de una entrevista en torno al caso de Lucio Dupuy y la condena a perpetua de Magdalena Espósito Valenti y Abigaíl Páez. Oportunidad en la que el referente de Juntos por el Cambio aprovechó para atacar a los feminismos, bajo el argumento de que las condenadas, además de ser lesbianas, participaban de encuentros de mujeres.

Tras el repudio que generaron sus declaraciones, Pichetto optó por señalar en Twitter que su intención fue denunciar que «el Ministerio de la Mujer no repudió el asesinato de Lucio Dupuy por coincidir la orientación sexual de la Ministra con las de las perpetradoras del crimen”.

Este episodio demuestra, una vez más, cómo la Derecha, de la que Pichetto forma parte, se apropia de cualquier causa de impacto en la sociedad, por penosa que sea, para atacar a los feminismos y contribuir a la construcción de un sentido común basado en estereotipos de género, en este caso, el de “todas las lesbianas son violentas».

Asimismo, como producto de este sentido común, se direccionan erróneamente los reclamos, encaminados a los movimientos de Mujeres y Diversidades y no a la Justicia.

Por último, la desacreditación a Ayelén Mazzina constituye un hecho más de la violencia política que atraviesa nuestro país y que afecta principalmente a las mujeres, donde parte de los medios de comunicación contribuyen, avalan y reproducen este tipo de prácticas por un punto más de rating.