Presupuesto en llamas

Se sabía que iba a ser un debate difícil, como suele ser cada vez que se trata el presupuesto. Y no solo por la discusión parlamentaria sino también por lo que podía suceder en las adyacencias del Congreso.
Mientras la Cámara de Diputados iniciaba el tratamiento para la media sanción del presupuesto, las calles aledañas al edificio se convirtieron en tierra de nadie. Integrantes de movimientos sociales, gremios y partidos de la oposición se encontraban en la Plaza del Congreso y en enfrentamientos con la policía derribaron vallas, rompieron bancos y quemaron tachos de basura. La consiguiente represión policial motivó que diputados del Frente para la Victoria (FpV) se hicieran presentes, como fue el caso de Andrés «Cuervo» Larroque y de Romina del Plá de la Izquierda. Adentro del recinto el kirchnerismo y partidos de Izquierda reclamaron que se suspendiera la sesión debido a lo que ocurría en el exterior. Esta situación hizo recordar a los hechos de diciembre de 2017 cuando se debatió una reforma laboral.
Como consecuencia de los incidentes, la policía detuvo a 27 personas, entre ellas dos venezolanos, un paraguayo y un turco. Según la policía, nueve de los detenidos poseían gomeras, combustible y piedras. Del lado de las fuerzas policiales, nueve efectivos resultaron heridos con traumatismos. Los detenidos fueron imputados por atentado y resistencia a la autoridad, lesiones y daño.

«Desequilibrios y descontrol fiscal»

El debate empezó luego que el oficialismo consiguiera el número necesario para el quórum con el respaldo del bloque Argentina Federal y de los que responden a Martín Lousteau. El peronismo puntano también ayudó, aunque con la decepción del líder de esa provincia, Alberto Rodríguez Saá.
La voz cantante del oficialismo estuvo a cargo de Luciano Laspina, quien afirmó que «para reducir la pobreza hay que equilibrar las cuentas públicas». También reiteró la cuestión de la «herencia recibida» y sostuvo que es necesario ajustar por los «desequilibrios y descontrol fiscal» en los que incurrió el kirchnerismo. Pese a que admitió el fracaso de la política gradualista del macrismo, indicó que la causa es el «fracaso de un país con una larguísima historia de incumplimientos». También afirmó que se va a seguir «priorizando la inversión social», lo que es una demostración de la «valentía y responsabilidad» del Gobierno.
Desde la oposición y a raíz de los incidentes, Agustín Rossi (FpV) pidió suspender la sesión, ya que era «imposible» debatir una ley tan importante mientras se desataba una represión contra los manifestantes. Sobre el presupuesto en sí, Axel Kicillof dijo que este presupuesto «del último año del gobierno de Macri» es «invotable», ya que es un proyecto «de ajuste, de endeudamiento, de exclusión social, antifederal y antinacional. Las tiene todas, es un desastre. El último año del gobierno de Macri va a estar signado por un presupuesto vergonzoso». «Tienen que traerlo acá, por eso no se puede aprobar el presupuesto. No puede ser que lo que hace este parlamento se decida allá en Washington, con el Fondo Monetario Internacional», remarcó.

Eslogan

La respuesta del oficialismo estuvo a cargo de Nicolás Massot, jefe de la bancada, quien afirmó que «es un buen eslogan político, pero nosotros siempre hemos dejado claro que las condiciones las puso el Gobierno argentino», y subrayó que la fecha para la sanción de la ley de presupuesto «que es lo que algunos utilizan para ese eslogan» está decidida hace más de un mes y medio, «muchísimo antes de saber en qué momento el Fondo iba a dignarse o no a tratar la aprobación del acuerdo que ya está hecho».
Recién armado su nuevo interbloque Red por Argentina, Felipe Solá dijo que «ya no hay un solo diputado del oficialismo que hable de brotes verdes» y sostuvo que el proyecto se hizo rápidamente «para cumplir con el FMI sobre la base de un programa que los diputados desconocemos».
Posteriormente, la tensión externa se hizo presente. El presidente de la bancada del PRO invitó a pelear en la calle al kirchnerista Leopoldo Moreau, lo que motivó la reacción de Daniel Filmus. Se vivieron escenas de crispación mientras el macrista y presidente de la Cámara, Emilio Monzó, intentaba calmar los ánimos a la vez que el kirchnerismo insistía con que se debía suspender la sesión.
Luego de ese cuarto intermedio que se pidió por las disputas entre los diputados se reanudó el debate y se espera que la votación se realice en plena madrugada. Habrá que esperar para saber si el presupuesto sigue su camino hacia el Senado y se convierte en la ley rectora para el 2019. Aunque sabemos que de rectora suele quedarse en la palabra y, como sucedió en muchas oportunidades, sus números no sean tan rígidos.