Scioli picó en punta

Luego de un largo y eterno escrutinio, que se demoró hasta bien entrada la madrugada, quedaron definidos los candidatos que competirán por la presidencia en las elecciones de octubre y así suceder a Cristina Fernández de Kirchner.

Con el 97,8% de las mesas escrutadas, el ahora candidato del oficialista Frente para la Victoria alcanzó un 38,4 por ciento de los votos y relegó a un segundo puesto al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri (Cambiemos), que llegó al 24,3 por ciento. Cabe mencionar que en el caso de Cambiemos sumó un 30% de los votos, ya que hubo internas entre Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió. Estos últimos lograron apenas 3,5 y 2,3, respectivamente.

Otros precandidatos con aspiraciones eran los de Una Nueva Argentina (UNA), Sergio Massa y José Manuel de la Sota. En esta disputa ganó el dirigente tigrense con 14,2% por encima del 6,7 logrado por el gobernador cordobés. Por el lado de Progresistas, Margarita Stolbizer alcanzó el 3,5. La izquierda tuvo una interna en el caso del Frente de Izquierda y Los Trabajadores, donde se alzó con un triunfo el joven Nicolás del Caño, que superó al histórico Jorge Altamira por solo un 0,1% de los votos (el 1,7 contra el 1,6). El último candidato que superó el piso fue el puntano Adolfo Rodríguez Saá con el 2,1 por ciento.

Los precandidatos que no podrán participar en la primera vuelta por no sacar más del 1,5% de los votos fueron Víctor De Gennaro (Frente Popular) con el 0,5. Mismo guarismo alcanzó Manuela Castañeira del Nuevo MAS. Un escalón debajo quedaron Alejandro Bodart (MST) y Mauricio Yattah (Partido Popular) con el 0,4. Último se ubicó Raúl Albarracín, del Movimiento de Acción Vecinal, que obtuvo un 0,2 por ciento.

«Un próximo capítulo de este proyecto»

En una conferencia de prensa, el gobernador bonaerense Daniel Scioli remarcó el triunfo de la fórmula que comparte con Carlos Zannini con una «diferencia de más de 14 puntos» sobre Mauricio Macri y señaló que fue respaldado en la mayoría de las provincias, que «nos dieron la confianza para seguir adelante».  También sostuvo que «lo que viene es el próximo capítulo de este proyecto, el del gran desarrollo argentino».

En ese sentido, expresó que sobre las bases construidas por la presidente Cristina Fernández de Kirchner buscará armar su proyecto de país. «Tenemos una fórmula comprensible, coherente, no vamos a confundir al electorado. El país está en inmejorables condiciones para mejorar lo que haya que mejorar», afirmó.

Por otra parte, y en referencia a la diferencia con sus contendientes electorales, Scioli indicó que «la verdad es la única realidad» y resaltó la ventaja de «más de 14 puntos de diferencia contra el adversario inmediato, Mauricio Macri. Más de 3 millones de votos de diferencia».

Igualmente, dijo que no es triunfalista sino que considera que se votó «con esperanza por un país con cada vez más oportunidades». «Las cosas las tomo con serenidad, interpretando a los que nos votaron y a los que no», manifestó y anunció «una segunda etapa que, tras la recuperación de la educación, se concentre en la calidad educativa», «el próximo capítulo del desarrollo argentino» y un «sistema financiero que no esté al servicio de la especulación sino de la producción», a la vez que prometió la creación de un banco de desarrollo.

Respecto de una eventual segunda vuelta, Scioli indicó: «Tengo mucha confianza y certidumbre en lo que estamos haciendo. La gente no quiere ajuste, endeudamiento, recortes. No quiere las viejas recetas del pasado sino seguir adelante a partir de los logros conseguidos».

«Ya no es solo afianzar el espacio político de uno, sino también llegar con otras fuerzas políticas, con los independientes y con los indecisos para explicar y persuadir cuáles son mis ideas y de qué manera lo voy hacer. Yo tengo una gran confianza de ser el próximo presidente», señaló.

Finalmente, Scioli manifestó que en un futuro gobierno se encargará de «fortalecer los tres poderes» y marcó la necesidad de «pluralidad y disensos, en un tono constructivo, no destructivo».

Con todo a la primera vuelta

Con los números en firme, el líder del PRO y candidato presidencial PRO de Cambiemos, Mauricio Macri, dijo que su agrupación tiene que «apuntar a ganar en primera vuelta».

«Una mayoría de argentinos, más de seis de cada diez se ha manifestado por un cambio y esto abre una esperanza en nuestro país», señaló Macri y llamó al voto no kirchnerista para polarizar las presidenciales de octubre. «A todos aquellos que se han manifestado por otra forma de gobierno les decimos que estamos listos para trabajar juntos y que nos acompañen», manifestó.

El jefe de Gobierno porteño consideró que «el espacio que ha canalizado más apoyo es justamente Cambiemos, con un fuerte apoyo que ha sacudido al sistema político argentino, que es la inserción que tuvo Cambiemos en la provincia de Buenos Aires».

«Estamos listos para trabajar en esta transformación, hoy el objetivo está claro, tenemos que apuntar a ganar en primera vuelta. El 25 de octubre esperamos tener la definición final de este cambio que venimos impulsando y, gracias al trabajo de Carrió y Sanz y sus partidos, hemos logrado amalgamar en una alternativa sólida que nos permitió alcanzar el apoyo de 6 millones de argentinos», sostuvo Macri.

La figura codiciada

Tras los resultados de las primarias, sin duda se convirtió en el personaje a ser cortejado. Si bien Sergio Massa insiste con que puede llegar a la segunda vuelta, un análisis frío de los números diluye esa posibilidad. Por lo tanto, ese 20% que obtuvo la interna de UNA entre Massa y De la Sota se convierten en un botín apetecido por los mayores aspirantes como son Scioli y Macri.

Pero por ahora Massa sueña con ser más que un espectador. En su primer discurso tras las PASO, el tigrense siguió hablando de propuestas y se refirió a su proyecto de Código Procesal Penal para endurecer las penas contra quienes delinquen, su plan del 82% móvil para los jubilados como también la necesidad de un «pacto contra la impunidad» para que quienes «desde el Estado se enriquecieron vayan presos».

Por otra parte, manifestó su confianza en poder estar en la segunda vuelta electoral y señaló que «no tengo dudas que vamos a estar en el balotaje y vamos a ser gobierno el 11 de diciembre». Respecto de las estrategias para octubre, afirmó que «la gente no es ganado ni tiene un sello en la frente y en cada elección elige en función de lo mejor en ese momento, nos vamos a romper el alma para que la propuesta llegue a cada trabajador, cada joven. El día de ayer empezó a marcar el final de una etapa en Argentina y el nacimiento de una nueva: no hay lugar para esconderse detrás del marketing», afirmó.

En otro orden, Massa cuestionó el sistema de votación y expresó que «seguimos teniendo el mismo sistema que hace 30 años en materia electoral, arcaico, tramposo, que requiere un esfuerzo fenomenal a la hora de tener que construir el cuidado del derecho de la gente: hay que cambiarlo. Hay que ir al sistema de boleta única electrónica para darle tranquilidad a los argentinos».