Trump encendió la mecha

Aún recordamos aquellas imágenes en el Consejo de Seguridad cuando en el año 2003 quien era el ministro de defensa de George Bush, Colin Powell, le mostraba al mundo los supuestos camiones con armas químicas que poseía el dictador Saddam Hussein. Hace un par de días, y ante los ojos del planeta entero, vimos cómo se utilizaron nuevamente armas químicas en Siria para matar población civil (entre ellos niños y mujeres) en las calles a causa del gas sarín.
El mismo mandatario norteamericano Donald Trump decidió bombardear una base aérea siria donde, según información de los servicios de Inteligencia estadounidense, de allí partieron las bombas tóxicas hacia Idlib, el pueblo afectado. Esta es la razón por la cual Estados Unidos decidió atacar Siria. ¿Será el comienzo de una nueva etapa para el conflicto armado en la región?
A las 4 y media de la madrugada de la hora local en aquella zona partieron, desde un buque norteamericano, alrededor de 59 misiles, los famosos Tomahawks. Se trata de los mismos que se utilizaron en la Guerra del Golfo y en la invasión a Irak en 2003. El objetivo de estos misiles fue una base aérea siria en Shayrat, al norte del país, en la ciudad de Homs. Estos misiles destruyeron alrededores de la base y dejaron un saldo de 9 civiles muertos, entre ellos 2 niños, según la información que brindó el ejército local.

«Una agresión de Estados Unidos»

Este ataque fue ordenado por Trump y luego se refirió al mismo como «vital para la seguridad nacional», al mismo tiempo que expresó que «todos los países civilizados deben trabajar para acabar con el conflicto sirio», tal como se puede ver en un comunicado de la Casa Blanca que fue entregado a la prensa.
Por su parte, el gobierno sirio calificó los ataques como una agresión por parte de Estados Unidos, y su aliado ruso instó a Trump a no cometer errores de los que no puedan volverse atrás. En la misma carta hacia el Presidente estadounidense se refirieron al par sirio: «El presidente Bashar al Assad ahogó a los indefensos». También informaron desde la Casa Blanca que el ataque estaba previsto y que se les informó a los rusos y sirios del mismo.
Mientras tanto, la excandidata a la banda presidencial, Hillary Clinton, que se encontraba en la Cumbre de Mujeres en el Mundo en New York, sostuvo que «Estados Unidos debería estar más dispuesto a enfrentarse al presidente sirio Bashar Al Assad antes que Rusia se involucrara en la Guerra Civil del país».
Por otro lado, luego de los bombardeos en la base aérea, la marina rusa comenzó a desplegarse en la región y uno de sus buques se encuentra cercano a costas sirias. El buque de guerra «Nikolay Filchenkov» pasó por aguas turcas y llegaría en las próximas horas a destino, como lo informó la agencia de noticias turca Anadolu.

Apoyo y amenazas

Las palabras de apoyo a este ataque no se hicieron esperar y, por un lado, la oposición siria felicitó al Estado norteamericano por esta iniciativa así como también lo hicieron Israel, Arabia Saudita, Turquía, Francia y el Reino Unido. Mientras tanto, los que están en contra han mandado sus mensajes en desacuerdo a esta acción, tal como lo hizo el primer ministro ruso Vladimir Putin: «Esto es una agresión a una nación soberana», además llamó con urgencia a una reunión en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para tratar este tema.
Lo que el último presidente de los Estados Unidos, Barak Obama, no se animó a hacer comienza a volverse realidad. La pregunta que cabe realizarnos es si este será el primer pasó para una intervención en Siria. ¿El mundo seguirá mirando a la distancia el conflicto o condenará los ataques? Lo cierto es que ya son varias las ofensivas militares con armas químicas y la población civil es la que sufre la codicia de los mandatarios por quedarse con todo el poder. Esperemos que no se repitan los horrores que ya vimos en el pasado.