«Un cristal sin miedo de romperse»


Luego de 21 días, el Comité Nacional de Paro informó que el gobierno colombiano no está dispuesto a brindar algunos de los reclamos de los sectores sociales, luego del segundo intento de negociación. «Mientras estábamos reunidos, el presidente Iván Duque anunció el despliegue de la máxima capacidad de la fuerza pública para desbloquear el país. La respuesta a las garantías es la de tierra ‘arrasada contra el Paro Nacional'», afirmaron en un comunicado.

La ONG Temblores documentó al menos 16 episodios de violencia sexual ejercida contra las mujeres por parte de agentes de la Policía de Colombia durante las manifestaciones que, desde hace semanas, sacuden las principales ciudades del país contra el Gobierno Nacional.

Entre estas denuncias, está la de una joven de 17 años de Popayán, quien fue encontrada sin vida tras suicidarse después de haber denunciado que agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) habían abusado de ella durante una detención hace unos días. Imágenes como esta y la de las víctima que aún no denunciaron agudizan el conflicto interno y dejan ver la estrategia maquiavélica de la administración de turno.

La respuesta de los sectores que pararon es organizarse y seguir luchando. Artistas auto convocados, estudiantes, campesinos y líderes de las comunidades siguen firmes en primera línea. Las redes sociales son su herramienta para visibilizar el abuso y el arte la forma de resistir en la calle.

La voz de miles

Edson Velandia es un artista y músico colombiano de las tierras de Santander. Allá donde la gente se dice las cosas de frente y sin tapujos. Por eso, sus letras parecen regaños que nos animan a seguir luchando. Sus letras y la participación constante en movilizaciones sociales hicieron de Edson un actor importante en las nuevas reconfiguraciones del reclamo social. Y él, a diferencia de otros artistas, hoy está presente con canciones como «El Infiltrao» y producciones como «Desolvido», video realizado con el quindiano Andrés Roa. Un film que ambos denominan como una reivindicación a la memoria en tiempos dolorosos y luminosos. A cuatro días de su estreno, acumula más de 43 mil reproducciones en YouTube.

«Desde 2019 ha empezado la gente a participar mucho más de la movilización, sectores que antes eran apáticos, y esto tiene que ver mucho con el gobierno actual, que no tiene nada de raro con el resto del modelo económico de toda América Latina, pero que tiene un ingrediente particular: es mil veces más sanguinario, lo hace mucho peor», dice Edson.

Con respecto al contexto actual, el artista nos comenta: «Lo que estamos viviendo en las ciudades es inédito, pero no lo es en el resto de Colombia. Lo que se ha vivido en los campos y en los pueblos alejados de las capitales ha sido exactamente así durante siglos. Actualmente estamos contando un número de líderes y lideresas de las comunidades asesinadas. Reincorporados del proceso de paz, líderes del medio ambiente también asesinados. Hostigamientos permanentes en distintas regiones de Cauca, Catatumbo, Antioquia, Chocó y Los Llanos. Esa constante ha sido eterna y ahora le están dando de probar un poco a la población urbana con esa misma estrategia. Entonces eso ha hecho que la gente estalle, porque también económicamente la situación es insoportable y ya sin la pandemia era aguda», cuenta el músico.

En cuanto al papel de los medios, Velandia nos cuenta que «los medios de comunicación masivos en Colombia son socios del gobierno. Paradójicamente, los canales del Estado tienen una tendencia más cultural y una programación con baja audiencia comparada con los canales más grandes como RCN y Caracol. A donde vayas encuentras televisores prendidos escuchando el teatro patético que montan de llanto de un gobierno que sufre. Los policías y el ejército sufren la maldad de nosotros. Ese es el mensaje. El papel de los medios es distorsionar, confundir y crear esa rivalidad en la población. Ese auto sabotaje que la gente se hace y autodenominan criminal».

Para Edson está generalizada la inconformidad, hay una ausencia de derechos, deserción escolar, desempleo. «Los jóvenes están mucho más conectados con el resto del mundo de lo que lo estamos nosotros y eso hizo que tengan una posición más universal de la vida y, gracias a eso, han estado firmes. Pero también sirvió como un caldo de cultivo para los criminales, porque justamente es la juventud la que más les interesa fumigar. Entonces están los muchachos dando la vida por todos, jugándose la vida entera, porque finalmente a eso los lanzó este país, a la suerte fatal de comer mal o morir. Lo que veo es mucha claridad, mucha energía y mucha necesidad de darle vuelta a su futuro, lo que veo me sorprende, personas de las que no me esperaba tanta acción están colaborando muchos al frente poniendo la cara en la primera línea, entendiendo que es una oportunidad única de dar un cambio en este país y están dispuestos a reclamarlo. Y acá están los resultados, ya son dos años de esta movilización».

Finalmente, «la guerra en Colombia lleva lo que lleva la colonia española en este territorio. No ha tenido un día de paz Colombia en 500 años. Creo que ese caudal de información de las redes y esa otra forma de vivir que tienen los muchachos ha hecho que tengan, justamente, esa actitud de querer vivir en paz. Creo que lo que reclaman y la consigna que hay es que quieren vivir en paz y es lo que siento. Es evidente que están dispuestos a darlo todo por un cambio y están demostrándolo. Lo paradójico es que se les ha llamado la generación de cristal, y ese cristal no tiene miedo de romperse», dice el músico, orgulloso.

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