Un país más caro

La inflación de 2020 en Argentina se ubicó en 36,1%, lo que mantiene la tendencia desde hace años de depreciar el poder adquisitivo de las y los ciudadanos, aunque la cifra es menor que las del mismo periodo precedente.

Con los índices de precios al consumidor del mes de diciembre, que tuvieron una suba promedio de 4% -la mayor de 2020-, los importes de los productos y servicios de primera necesidad y complementarios decrecieron en 17,7% en relación a 2019, que había padecido una inflación de 53,8%, y 47,6% en 2018, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

«Vamos a terminar con una inflación interanual de alrededor del 36%, lo cual implica una baja de más de 17 puntos porcentuales respecto de la inflación 2019 y hay que seguir transitando ese camino de reducción», afirmó el ministro de Economía, Martín Guzmán, antes de difundirse el informe del instituto.

Asimismo, vale mencionar que en el primer año de gestión en la presidencia de Alberto Fernández se impulsaron diversas políticas públicas de congelamiento de precios y tarifas para paliar los efectos de la pandemia de coronavirus, por lo que estos valores antes citados podrían haber sido aún más elevados.

En cuanto a industrias con aumentos, las de salud y recreación marcaron 5,2%. Cerca de este porcentaje se coloca el transporte, que tuvo una suba promedio de 4,9% por pasajes y combustibles, por ejemplo.

Precisamente, por estos días se pone el foco sobre el incremento en el costo de los alimentos, uno de los rubros con más variación, ya que en el último mes de 2020 subieron 4,4%. Al respecto, las carnes rojas y sus derivados actualizaron los precios entre 10,9% y 28% para la picada común y el corte de asado, respectivamente. Pero las malas noticias no son solo para carnívoros sino que las frutas y verduras subieron 22% la naranja, 15% la lechuga, 14,8% el limón y 10% la batata, por citar algunos ejemplos de referencia. Las personas que no consumen productos provenientes de animales al menos recibieron buenas nuevas en relación al tomate y la cebolla, que bajaron 61,1% y 9,2%, respectivamente.

«La aceleración de la inflación en diciembre responde a cuestiones particulares del mes, que por su naturaleza no es esperable que se mantengan durante los próximos meses», se excusaron desde el Ministerio de Economía.

En cuanto a las estadísticas anuales, la vestimenta se ubicó en 60% más cara, recreación y cultura 48%, los alimentos 42,1%, artículos del hogar 37,7% y transporte 34,2%. «Entendíamos que la combinación de relajamiento de ciertas regulaciones en temas de precios, más cuestiones estacionales, más lo que se viene viviendo en términos a la evolución de los precios internacionales y cómo eso afecta a los commodities y a los valores de la cadena productiva iba a generar una inflación en los niveles en los cuales se cerrará, más alta en el último trimestre de 2020», detalló el titular de la cartera.

Finalmente, sobre este relajamiento de regulaciones y controles del Gobierno sobre el final de 2020, que provocó la suba de precios y el récord en la actual gestión, Guzmán advirtió que «sería un error extrapolar eso para 2021, nosotros lo que hemos planteado es un esquema macro integral en el que se busca que la inflación siga reduciéndose, aproximadamente alrededor de cinco puntos porcentuales por año, de una forma consistente».