Autores Venezolanos en Argentina (AVA) obsequió un poema a La Boca en su 155° aniversario. La composición literaria está expuesta al público en el bar La Perla de Caminito.
Miembros de AVA participaron en los eventos de celebración y leyeron el texto para los vecinos.
La organización cultural entregó un poema al barrio de La Boca en homenaje por su aniversario número 155 y en agradecimiento por la apertura que tiene históricamente con la migración, en especial con la diáspora venezolana en los últimos 10 años.
La obra titulada «Infinitas orillas» quedó expuesta para la posteridad en La Perla de Caminito, uno de los bares notables de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y punto de encuentro emblemático de la zona. Javier Roveda, miembro de la comunidad y parte del equipo organizador de los eventos celebrativos, fue el encargado de recibirlo e instalarlo para el disfrute de vecinos y turistas.
Muchos venezolanos encontraron en La Boca su primer lugar de residencia en la ciudad, por su apertura con los extranjeros y por los bajos costos de los alquileres en comparación con otras zonas de la capital. La poesía es vehículo del sentir, la puesta en palabras de un transitar que no se describe con estadísticas de migración. Para AVA, este gesto materializa no solo el agradecimiento sino su voluntad de potenciar la integración argentino venezolana a través de la cultura, las artes y especialmente la literatura.
La Guaira en Caracas y el Lago de Maracaibo en el estado Zulia, en Venezuela, tienen en común con La Boca el efecto del agua sobre los habitantes de sus orillas, su explosión de colores, su aire contradictorio de fiesta y nostalgia, sus sonidos ineludibles. Estas evocaciones y la experiencia de migración de los propios autores que integran AVA, dieron origen al poema que compartimos a continuación.
Infinitas orillas
«Detrás de tu superficie
en lo profundo de cada color,
yacen las historias de los antiguos migrantes,
los restos de pintura de sus barcos
su alegría y baile en cada esquina,
su tristeza en las ventanas del conventillo
la añoranza de la tierra que dejaron
la esperanza.
¡Ay La Boca! Bendito designio.
Como en un beso refugias nuestros deseos,
el sabor de nuestros insomnios,
la humedad de nuestras ausencias,
el fulgor de las sonrisas que celebran
los nuevos comienzos.
La picardía de tener todo por hacer.
Ayer hiciste Tango la Canzoneta.
Hoy vuelves a abrirte generosa
y el repique urgente de un tambor Palenque
se acompasa con el Candombe eterno.
Eres estuario simbólico,
fantasía antigua que se adelantó al destino.
Eres y sos
vasija de agua dulce
colmada, por nobleza, de Mar Caribe.
El eco del río acariciando tus muelles
se mezcla con las tonadas disonantes.
El latón de tus paredes amalgama
nuestras heridas.
¡Ay La Boca! Catalejo hacia mi infancia.
En el arcoíris de tus mosaicos
el viento juguetón me lleva al Paseo del Lago,
a la humedad de aquellas palmeras que coronaron mis primeros años.
Ahora son tus calles el refugio de la familia reunida,
la estela de una gaita abrazada al tango.
En otrora puerto,
en tus aguas, las raíces de nuestros ancestros
viajan a infinitas orillas.»
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Hacé clic aquí para ver el video de la entrega del poema.
Artículo elaborado para puntocero por Autores Venezolanos en Argentina.
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