Es probable que hayamos escuchado en distintos medios algunos mensajes sobre los territorios que le pertenecen a cada nación, la tierra prometida que está en los libros sagrados o el famoso imperio otomano y hasta dónde llegaban sus límites en el pasado, o la gran patria árabe. Son muchos los ejemplos que vimos a lo largo de la historia, además de conflictos que se desarrollaron como pretexto de expansiones.
Bashar Al Assad resistió más de 14 años una guerra que se desató en Siria contra los grupos armados que invadieron la totalidad de su país, denominándose Estado Islámico (ISIS) y reclamando el legado de su territorio, que con el tiempo formaría por un tiempo el Califato, algo que muchos ya olvidaron. Esta fue una terrible guerra» inventada», que perduró en el tiempo y se llevó la vida de más de 500 mil personas.
En las últimas semanas vimos cómo el gobierno de Al Assad cayó sin el uso de la fuerza, directamente las milicias comandadas por Mohamed Al Golani -un exmiembro de Al Qaeda señalado por Estados Unidos como terrorista y ahora líder de la nueva Siria-. Sus milicias comenzaron por las ciudades del norte y fueron apoyadas por Turquía desde el noroeste hacia el sur, arrasando las ciudades más grandes de Siria hasta llegar a Damasco.
Turquía fue un actor importante en todo este conflicto y, además, un arduo crítico de lo que sucedía en Gaza. Lentamente y en silencio, apoyó la toma del poder en Siria. Desde la guerra y por casi una década, recibió un aluvión de inmigrantes desplazados y durante mucho tiempo permanecieron y permanecen en la frontera entre ambos países. Al mismo tiempo, las fuerzas turcas, con el pretexto de defender su frontera contra las organizaciones de las fuerzas kurdas, ingresaron en las aldeas fronterizas de Siria y apostaron su ejército del otro lado.
Una vez consumada la avanzada de Al Golani sobre el palacio presidencial, las fuerzas turcas avanzaron más kilómetros adentro de las ciudades norteñas y fronterizas, en muchas de ellas, hasta izaron bandera y apostaron tanques para evitar algún tipo de conflicto.
Por otro lado, en el norte los turcos avanzaban y por el sur, en la zona de los altos del Golán (un espacio denominado por la ONU en disputa entre Israel y Siria), las fuerzas de Israel también tomaron el control de las aldeas y avanzaron hacia Damasco, la capital, y tomaron alguna que otra pequeña ciudad como Qneitra al suroeste.
A partir de que las fuerzas de Turquía comenzaron a tener un papel más importante sobre el futuro de Siria, abordando políticas junto al nuevo gobierno de Al Golani y avanzando sobre territorio sirio, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan sigue afirmando que Siria debe decidir su futuro solo, pero no es lo que ocurre en el campo, que también mira de reojo lo que hace Israel sobre la frontera libanesa, a unos 10 kilómetros en el interior de Siria.
Finalmente, vale mencionar que Erdogan amenazó en reiteradas oportunidades a Israel y condenó lo que ocurría en Gaza, hasta hubo una «guerra comercial» y dejó de importar productos provenientes de Israel. Asimismo, Turquía su avanzada e influencia sobre los países de Medio Oriente, algo que muchos ven como una amenaza a la seguridad en un futuro. ¿Podría llegar a desatarse un conflicto entre Israel y Turquía? Por ahora está muy lejana esa posibilidad, pero de ocurrir sería dentro de Siria y habría que ver qué pasará en un futuro entre las fuerzas turcas y la frontera entre Líbano y Siria, si llegasen a tomar el control de dicha zona. Por ahora, el fantasma del imperio turco se moviliza en silencio y toma más y más territorio, y el resultado de todo esto es que la Siria que conocimos ya no existe.
Estudio comunicación para relacionista público. Interesado en Medio Oriente, viví dos años en Beirut. Me gusta transmitir mis experiencias al haber vivido en aquella tierra y difundir su milenaria cultura. La única forma de saber qué pasa en el mundo es mostrar todo de la misma forma, sin exclusividades, solo realidades.