The Black Keys: grabar para salir del caos

The Black Keys editó hace unas semanas su 13° disco de estudio, «No Rain, No Flowers», que cuenta con la producción de ellos mismos, al igual que su antecesor «Ohio Players» de 2024. Dan Auerbach y Patrick Carney decidieron volver al estudio luego de un año tumultuoso en el que cancelaron su gira norteamericana y rompieron con su equipo de management.

Poco hay del sonido crudo de sus primeros discos. Esta placa posee uno más pulido y comercial, más acorde al rock de estadios. El tema homónimo que abre el disco es un canto a la esperanza («El daño está hecho, no pasará mucho para que volvamos al sol») para esta nueva etapa de su carrera. Sin embargo, hay una diversa paleta sonora con «Babygirl» y «Make You Mine», coescritas con Scott Storch, con un piano bien presente que remite al funk retro con falsetes incluidos.

El riff de la guitarra distorsionada hace que «Man On A Mission» sea lo más cercano al sonido de sus orígenes, sin terminar de explotar del todo. «Kiss It» se acerca más al pop con un estribillo ganchero, mientras que en «All My Life» vuelve a hacerse presente el pulso disco que está presente a lo largo de todo el álbum.

Asimismo, «A Little To High» vuelve a la esperanza con una lírica sobre un amor que se rompió. La batería marca el ritmo a una percusión que incluye bongos y panderetas. Para cerrar, «Neon Moon» es, quizás, el tema que más se diferencia. Alejado del rock y del pop presente, suena a una balada de rock de los 70, casi como una extensión del «Sweet Home Alabama» de Lynyrd Skynyrd, pero que no termina de explotar.

The Black Keys decidió dejar atrás un año difícil ingresando al estudio para editar «No Rain, No Flowers». Quizás, esta apertura de sonidos nos indique cómo será esta nueva etapa para el dúo norteamericano.

Artículo elaborado para puntocero por Matías Carricart.