Crónicas festivaleras (parte 2)

Un año inusual para una edición inusual. Sin privadas para prensa, con pocos asistentes en las salas, con profundización del desguace del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y amenazas reiteradas al Cine Gaumont y su probable cierre. En ese clima está transcurriendo este Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) que cumple su cuarto de siglo.

He aquí el detalle de lo que pudimos ver hasta el momento.

MMXX (Christi Puiu, Sección Trayectorias)

Conocido en nuestro país por «Sierranevada» y «La Muerte del señor Lazarescu», este interesante director rumano construye con este film visto en San Sebastián, cuatro cuentos cortos en tiempos de pandemia en los que el denominador común es la cámara fija que retrata hasta el más mínimo detalle de cada uno de los personajes que habitan estas historias.

Como en los cuentos, sucede que hay desniveles en su resultado, sobresaliendo el último de ellos por su precisión en la construcción del guion y por el modo a través del cual la cámara se va apoderando del espíritu de sus criaturas. La primera cita a un consultorio psicológico, una familia que lidia con la internación de una amiga, dos médicos de guardia en un momento de descanso y la investigación de la muerte relacionada con tráfico de personas y prostitución son los ejes temáticos de cada historia. En las tres primeras, los personajes migran de un planteo a otro pero con un comportamiento completamente diferente.

Disco Boy (Giácomo Abruzzese, Foco Abruzzese)

Con múltiples premios y reconocimientos internacionales (Mejor contribución artística Berlín 2023, 2 Nominaciones a los Premios David Di Donatello, una nominación a los Premios César), la historia se centra en Aleksei (el siempre hipnótico Franz Rogowski), un inmigrante indocumentado que se alista en la Legión Extranjera a cambio de obtener la ciudadanía francesa, pero una vez ambientado en este entorno debe asimilar los atropellos a las comunidades del lugar en el delta del Níger. Film construido con miradas sutiles, una música cautivante y una imponente fotografía.

Henry Fonda For President (Alexander Horwath, Sección Vanguardia y Género)

Uno de los documentales más sólidos en torno a una figura emblemática de Hollywood, que es a la vez ensayo, toma como punto de partida la idea acerca de cuanto mejor presidente hubiera sido este notable actor con relación a Ronald Reagan, todo lo cual es reflejado de manera irónica en uno de los episodios de la serie «Maude» en el que su protagonista, la actriz Bea Arthur, quiere postularlo para la campaña presidencial.

Hay un minucioso repaso por la carrera cinematográfica de Fonda, con jugosos apuntes sobre su ideología, su selectividad a la hora de encarar un nuevo proyecto y su familia.

Riddle of Fire (Weston Razooli, Sección Competencia Internacional) Ganadora Mejor Largometraje

Una divertida, fresca y moderna fábula que tiene por protagonistas a tres niños que salen a buscar un huevo para preparar una tarta para la madre de dos de ellos que está en cama con gripe y terminan secuestrados por la mafia, envueltos en una red de brujería, hechizos, bosques encantados y persecuciones policíacas. La inteligencia del guion y sus ingeniosos diálogos permiten el lucimiento de estos tres pequeños que se apoderan de inmediato del alma del espectador.

Le Procés Goldman (Cedric Kahn, Sección Trayectorias)

Coronada con 8 nominaciones a los Premios César y ganadora de uno al mejor actor, Ariel Wolthaler, el film recrea el segundo juicio a Pierre Goldman en el año 1975 (en el primero había sido condenado a cadena perpetua), un activista de izquierda acusado, entre otros delitos, de haber asesinado a dos mujeres, hecho que él niega enfáticamente.

El proceso se desarrolla con un nivel de minuciosidad encomiable, y con ciertos giros dramáticos que Kahn debe haber tomado para sí, ya que todos se interrumpen a todos, en una especie de caos jurídico en el que parece imperar la palabra más lúcida. El film captura la épica de un momento histórico político destacado de Francia, no solo por el veredicto sino por lo que sobrevendría al mismo.

Lost Country (Vladimir Perisic, Sección Hacerse Grande/Coming of Age)

En los últimos años de gobierno de Milosevic en Serbia, un adolescente de 15 años, Stefan, debe enfrentarse a la realidad de que su madre, referente de este gobierno corrupto, niega el resultado eleccionario e intenta falsear la realidad de un país que a gritos pide la destitución de su líder. Ese proceso de madurez política es lo que se retrata en este film de manera admirable, desde la captación edípica de esta madre manipuladora hasta las contradicciones flagrantes, mentiras y engaños de esta por sostener lo que queda de vínculo.

The Sweet East (Sean Price Williams, Sección Competencia Internacional)

Procedente de la quincena de realizadores de la última edición del Festival Internacional de Cine de Cannes, este atípico film intenta constituirse en una especie de «Alicia en el País de las Maravillas» pero en un mundo real. Su personaje, Lillian, una adolescente de 17 años aproximadamente se escapa de una excursión al Este de Estados Unidos y se sumerge sin escalas en riesgos de envergadura, conviviendo con mafiosos, ingresando en el mundo de Hollywood, sobreviviendo a una sangrienta masacre, y terminando en Vermont, a merced de un muchacho tímido, que la oculta de una secta masculina religiosa. Todo ello sin escalas, y con una intensidad que contrastará a la hora que el personaje decida volver a su familia. Talia Ryder, la actriz protagónica, ofrece su belleza magnética y su electricidad contundente.

La Danza del Impacto (Camila Toker, Sección Comedias)

Hay que reconocer que la directora posee un singular talento a la hora de plasmar el humor, y lo hace precisamente sin ningún subrayado, con una propuesta atrayente, un guion coescrito por la actriz y protagonista Martina Garello, y la casi siempre lograda premisa se construir cine dentro del cine. En este caso, es una víctima de una tragedia de tren quien decide reconstruir su historia como forma de elaborar este postergado duelo, todo ello entre mística, invocaciones religiosas, danzas y entrenamientos físicos rigurosos.

Holiday (Edoardo Gabbriellini, Sección Hacerse Grande/Coming of Age)

Otra mirada introspectiva sobre una adolescente que debe enfrentar una acusación por asesinato de su madre (y su ocasional amante) y el juego de rompecabezas que se arma con flashbacks sobre el juicio y situaciones anteriores que explican en parte el escenario previo al crimen. El proceso continúa puertas afuera de los Tribunales. Verónica, tal el nombre del personaje, saldrá para completar sus deseos pendientes. Lo mejor se develará en la última escena, como corresponde en este tipo de filmes.

Fuck You! El Último Show (José Luis García, Sección Clausura)

Este documental reconstruye el último recital que brindó Sumo y su líder Luca Prodan en Obras, meses antes de su poco clara muerte, con material inédito, de ahí su valor, y es por ello que tendremos la oportunidad de darnos un baño de rock y de quedar inmersos en la atrapante personalidad de este rockero, quien en el año 1987 ya hacía gala de su personalidad deconstruida y respetuosa hacia el género femenino, su fino humor y su marcada ironía.