Dédalo e Ícaro

Dédalo, de origen ateniense y perteneciente a una familia real era arquitecto, escultor e inventor. Las obras más maravillosas son atribuidas a él, como por ejemplo el laberinto del minotauro, aunque también construyó el palacio de Knossos, estatuas móviles para defender la entrada del laberinto, diseñó el primer robot de la historia, muñecas mecánicas para los hijos del rey Minos, la cuña, el eje, la palanca y el nivel de alcohol y también fue considerado como el padre de la aviación.
dedalo-coloca-las-alas-a-icaro-mathias-stomerDédalo era un ser sumamente inteligente, dotado de una inventiva muy superior a la normal y trabajaba con su sobrino Talo (hijo de su hermana), que era a su vez su discípulo. Al poco tiempo de trabajar juntos, Talo se mostró muy hábil con sus manos y muy eficaz con su ingenio, y tal es así que comenzó a superar al maestro. Al ver los dientes del tiburón y observar su mecánica construyó lo que hoy conocemos como sierra, por esta razón a Dédalo le surgió un arranque de envidia y mató a su sobrino, precipitándolo desde lo alto de la Acrópolis.
Por esto tuvo que huir y llegó a Creta, donde el rey Minos lo contrató para que sea su arquitecto oficial, y es aquí donde construyó el laberinto a pedido del rey Minos, para encerrar al minotauro, ser fabuloso con cuerpo de hombre y cabeza de toro.
laberinto-del-minotauroCuando Teseo en unas de sus pruebas tenía que llevar al minotauro a tierra firme y sacarlo del laberinto, Ariadna (que estaba sumamente enamorada de Teseo) le pidió a Dédalo que le indicara cómo entrar y salir con vida de allí y este le respondió que llevara un ovillo de hilo para desenredarlo a medida que avanzaban hasta llegar al minotauro, para después volver por el camino de hilo que habían construido. Cuando el rey se enteró de semejante traición y vio que el minotauro había escapado gracias a la astucia de Dédalo, el rey encerró a su arquitecto de por vida y lo hizo junto a su hijo Ícaro, que también lo ayudaba en lo cotidiano. Pero con lo que no contaba el rey era con la sapiencia de Dédalo, era sabido que mucho tiempo no iba a estar encerrado en el laberinto. Primero porque él lo había construido y segundo porque junto a su hijo construyeron alas para ambos pegándolas con cera para poder cruzar el mar y llegar a tierra firme.
Icaro volano hacia el solÍcaro estaba muy entusiasmado con este nuevo emprendimiento, ya que habían pasado muchos años encerrados sin poder disfrutar de la libertad, y entre ambos todos los días diseñaban y armaban las nuevas alas con plumas de pájaros y cera de abejas. Pero el padre, al conocer la naturaleza de su hijo, antes de salir le advirtió que siempre debían viajar juntos, que la cera y las plumas con la que había inventado las alas eran muy delicadas y muy efectivas siempre y cuando viajaran a una distancia óptima del agua y del Sol, porque si se aproximaban a este último la cera se derretiría y si se aproximaban al mar las plumas mojadas por la bruma marina se pegarían sin poder desplegarse correctamente. Pero en toda naturaleza, y especialmente la joven, pareciera que escuchan y cuando llega el momento hacen su juego. Al principio iba todo bien, ambos viajaban juntos y no había peligro alguno, pero Ícaro quiso vivenciar qué era viajar más allá de esa altura y comenzó a desviarse por el recorrido destinado, se acercó al Sol, la cera comenzó a derretirse, Ícaro cayó al mar y murió ahogado.
Moraleja del mito
Icaro y dedaloEste mito siempre nos recuerda que cuando somos niños (aunque seamos adultos en nuestro documento) y comenzamos a vivenciar la supuesta libertad de volar, salir del encierro porque construimos alas y experimentar sensaciones nuevas sin estar preparado para ello, la desobediencia al más experimentado acarrea muchas veces las desgracias más terribles. Ícaro quiso experimentar un vuelo que su equipo no podía soportar, porque esas alas fueron hechas para un objetivo, que era escapar. Tenían un tiempo, un recorrido y un alcance.
Las vivencias deben ser experimentadas de acuerdo a nuestra condición y, para ello, debemos prepararnos, porque el Sol (como símbolo de la verdad y la realidad) siempre nos coloca en el lugar donde debemos estar.
Te dejo una linda canción del grupo Arion sobre este mito. Muy ilustrativa.