Misterio ensamblado

El momento actual del cine hace que se abrace con mucha más fuerza a las películas poseedoras de algún nivel de extrañeza y, no por ello, se comprende a disrupciones formales o narrativas, tan solo se trata de una atmósfera peculiar estirada que circunde a un tema propuesto por los márgenes de la seguridad, hoy en día planteada por los éxitos de películas familiares, secuelas o reintentos de acertarle al blanco con variaciones de recetas hechas mil y una veces. «Cuckoo» es la rara de la clase, cuando todos los alumnos se visten con la misma ropa, es decir, solo basta un pequeño desliz para destacarse, pero sería injusto maltratar a una película, como si fuera su culpa la existencia de un panorama desolador en el cine comercial.

La segunda película de Tilman Singer es una pesadilla para la joven Gretchen (Hunter Schafer), obligada a vivir con su padre, su nueva esposa y una media hermana, quien no habla. Además de la incomodidad de vivir en una familia ensamblada de la que ella no quiere ser parte, la mudanza implica irse a vivir a un pequeño pueblo de Baviera, en Alemania. El complejo turístico y casi todas las propiedades del lugar están manejadas por Herr König (Dan Stevens), un siniestro entrepreneur con una agenda oculta, que incluye ciertos experimentos. A Gretchen, la negación de adaptarse la sobrepasa, por ello es que solo piensa en armar un plan para regresar a Estados Unidos junto a su madre. Un trabajo de medio tiempo en el complejo, el cual comienza más por una necesidad de reducir el ocio excesivo, se convierte en la punta de lanza de un horror oculto.

El director Singer moldea mejor la primera hora, la cual está cargada de sugestiones y de climas ominosos, en comparación con la segunda parte donde, finalmente, pone las cartas sobre la mesa. El mejor aliado de todas las ideas terroríficas es Dan Stevens, en una composición de científico loco 2.0 con matices villanescos e hilarantes en iguales proporciones. El último tramo, en el que el caos reina y la supervivencia aflora, es el más problemático por lo inconducente en relación a lo planteado en un principio como historia de terror, en especial por incorporar a un personaje dual y volátil (el policía Henry), que solo parece existir para intentar tapar ciertos baches.

Más allá de las ejecuciones fallidas, «Cuckoo» es arriesgada. Es mejor morir en el intento de llevar al espectador por otros senderos, que acoplarse a la seguridad de pretender gustarle a una mayoría.

«Cuckoo» estuvo dirigida por Tilmar Singer y contó con las actuaciones de Hunter Schafer, Dan Stevens, Jan Bluthadt, Marton Csokas, Mila Lieu y Jessica Henwick. Puede ver en Max.