«Pude darme el lujo de ser más expresivo»

El próximo 19 de enero se estrena en salas de cine «El método Tangalanga», la nueva película de Mateo Bendesky, que tuvo algunas proyecciones en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata a sala repleta y con buena reacción en ese primer público.

En esta película se toman algunos datos biográficos de quien encarnó al icónico personaje, El Dr. Tangalanga, y de ese puñado de certezas se desprende una historia con una fuerte carga de ficción y fantasía. Jorge es un hombre extremadamente tímido que un día se somete a una hipnosis para cambiar ese rasgo de su personalidad, pero las consecuencias se hacen visibles cada vez que agarra un teléfono y no puede evitar hacer bromas telefónicas especialmente guarangas.

Tangalanga es Martín Piroyansky, actor y director, y conversamos con él sobre el trabajo de composición que hubo detrás de este personaje.

«Lo que estudié fue el personaje de Tangalanga, me sirvió y encontré mi forma de hacerlo, pero después en la película todo lo que no tiene que ver con la vida real de Tangalanga es lo que tiene que ver con Jorge, este hombre extremadamente tímido, y ahí sí tuve que inventar un personaje de la nada porque no está basado en cómo era Tangalanga. De hecho, eso no importaba porque la película se toma esa licencia de generar esta fantasía y este Dr. Tangalanga recién aparece cuando a Jorge se lo hipnotiza», nos confirma Martín.

A propósito del trabajo con la voz, notable en la película, podemos preguntarnos cómo repuso la composición del personaje para el resto del cuerpo, teniendo en cuenta que la acción de «llamar por teléfono» es bastante quieta y pasiva.

«En la previa al rodaje estaba componiendo por un lado a Jorge y su forma de ser tímida y por otro el timbre y la forma de hablar más arrabalera de Tangalanga… pero mientras filmábamos, empecé a descubrir que tenía que componer una forma de caminar, de moverse y de mover la cara. Eso apareció durante el rodaje porque, claro, a Tangalanga solo se lo conoce por la voz más allá de sus participaciones en programas, lo más famoso son sus audios. Como en la película tengo que caminar por la oficina o enfrentarme a alguien, fue ahí que tuve que ver como se movía este personaje».

Para puntualizar sobre por qué aparece esto en rodaje y no antes, nos cuenta que «lo que pasó fue que nos concentramos más en componer a Jorge y la forma de hablar de Tangalanga, en los ensayos nunca probamos la caminata o como se movía. Por suerte, la mayoría de las escenas en las que Tangalanga camina, por ejemplo, son en la oficina y esas se filmaron en la primera semana, entonces después solamente tuve que replicar eso que había compuesto ahí. Y después sobre lo que era Jorge, más allá de lo que yo sabía por haber ensayado y practicado en mi casa, cuando uno va y filma, naturalmente por haber más gente y tener que proyectar más la voz y demás, lo vas modificando levemente. Entonces, a lo largo de la película necesité mucho de la continuista y de la sonidista para mantener la continuidad de la voz».

¿Cómo trabajaste con la gestualidad?

«Hay algo que yo traigo, y que cualquier actor trae, que es una forma natural de hablar y gesticular. Pero, según el personaje, lo que me pregunto es qué energía maneja y cómo se ve, y ahí empiezo a componer desde afuera para adentro. Después, mientras más ensayes mejor, porque vas encontrando cosas y vas viendo cómo este tipo con estas características reacciona frente a tal situación. Eso varía mucho, entonces empezás a entender que ese personaje en determinada situación pondría esta cara, pero no esta otra. O te ves en el monitor y descubrís que es mejor cuando haces un gesto más así o asá. A mí me gusta pensar cuál es la cara estándar del personaje. Hay personas que tienen un gesto atachado a la cara, como Clint Eastwood que tiene los ojitos entrecerrados, viene con esa cara. Eso también me sirve, saber cuál es la cara o la postura base».

Y agrega: «Un montón de formas construyen a la gente y hacen que uno sea quien es. Cuando tuve que pensar a Jorge me costaba mucho porque no se pegaba con Tangalanga… parecían dos películas distintas. Cuando yo ensayaba y hablaba con mi timbre diciendo los textos de Jorge se sentía muy actual y, de pronto, me transformaba en Tangalanga que era más arrabalero y no pegaba mucho, entonces después de muchos ensayos me pregunté qué pasaría si Jorge sale de Tangalanga, de esa manera mantenía la cosa de época en el timbre y cierta cosa arrabalera suavizada en Jorge, Mateo estuvo de acuerdo y apareció este tono».

¿Cuánto tiempo te lleva que brote la creatividad para pensar esas posibilidades de reacción del personaje?

«Depende del proyecto. En el caso de Mateo, a él le gusta ensayar, lo cual mí me gusta también, entonces fue un trabajo en conjunto, pero a veces es un trabajo más solitario. Ahí lo hago con antelación, leo el guion varias veces, a veces me filmo y pruebo cosas. Es más fácil si está el director o algún otro actor porque te ponés a ensayar y probar cosas, se puede armar más fácilmente, de forma más fluida, cuando estás solo es un poquito más complicado».

«La Máscara», «Mentiroso, mentiroso», «Irene, yo y mi otro yo»

Conociendo que Martín tiene un vínculo especial con la película «La Máscara» (Chuck Russell), le pedimos si podía desarrollar y explicarnos la relación entre este título, también «Mentiroso, mentiroso» (Tom Shadyac) y » El método Tangalanga», y nos dijo que a eso también sumaría «Irene, yo y mi otro yo» (Bobby Farrelly, Peter Farrelly): «Cuando empezamos a trabajar me puse a ver las escenas de transformación porque en esa película (‘Irene, yo y mi otro yo’) el personaje se transforma en cámara. En cuanto a ‘La Máscara’ me pega desde un lugar personal, es una película que fue muy fundamental para que yo empezara a actuar. La vi cuando era chico y me volví loco y muy fan de Jim Carrey. La posibilidad de que un actor pueda hacer todo eso era algo que no conocía y eso me hizo dar ganas de actuar y, muchos años más tarde, Mateo me convoca para hacer algo bastante del estilo. Mas allá de que mi forma de actuar es bastante menos expresiva que la de Jim Carrey, en esta película puse darme el lujo de ser un poquito más expresivo».

Sobre el timing en el set y el timing del montaje

«Es complejo, yo tengo mi opinión sobre cómo se edita algo que estoy actuando, pero no voy a participar cuando soy el actor, entonces, es solo encontrar el timing en la escena y el que tiene el montaje en la cabeza del montaje es el director.

A la hora de dirigir cada cosa que filmo estoy pensando cómo voy a montarla, no podría filmar un plano sin saber dónde va a ir después. Quizás hay algunos directores que filman cosas y después ven cómo lo ingenian en montaje, yo no. Tampoco en este país tenemos mucho tiempo para filmar muchos planos sin saber qué hacemos después», concluye Piroyansky.

Sobre la comedia y el cine local

«Creo que todos los años salen comedias grandes, esta es más particular porque es de época, más chica y tiene otras cosas aparte de ser una comedia… cuando a uno le dicen que va a salir una comedia sobre Tangalanga se imagina una comedia más disparatada y esta es un poco más sensible, vincular, una comedia romántica, tiene un poco de todo. Además, siempre hay una comedia de Francella, Suar, dramas, siempre hay un poco de todo. Comedias nunca faltaron, lo que no se les da es un lugar muy preponderante, pero eso es algo mundial… pero luego las que llevan más gente al cine son las comedias».