Este martes, la Real Academia Sueca de las Ciencias anunció el Nobel de Física para los científicos John Clarke, Michel Devoret y John Martinis «por el descubrimiento del efecto túnel cuántico macroscópico y la cuantificación de la energía en un circuito eléctrico».
Al respecto del hallazgo, desde la entidad explicaron: «Cuando lanzás una pelota contra una pared, podés estar seguro que rebotará hacia vos y te sorprendería mucho si la pelota apareciera, de repente, del otro lado de la pared», a esto se denomina el «efecto túnel» y pone en jaque los preceptos físicos tal como los conocemos hasta la actualidad.
Precisamente, el británico Clarke, el francés Devoret y el norteamericano Martinis (todos de la Universidad de California, Estados Unidos) lograron pasar de la escala micro a la macroscópica mediante circuitos eléctricos el efecto antes mencionado y niveles de energía que atraviesan espacios tan grandes «que caben en una mano», además de la absorción y emisión con tamaños específicos. Casi una década atrás, se había logrado avanzar en física cuántica en la transmisión de datos, pero por un tiempo poco prolongado. «Es maravilloso celebrar cómo la mecánica cuántica, con un siglo de antigüedad, ofrece continuamente nuevas sorpresas. Además, es enormemente útil, ya que la mecánica cuántica es la base de toda la tecnología digital», dijo Olle Eriksson, presidente del Comité Nobel de Física.
De esta manera, el jurado de la organización que premia con 1.170.000 dólares los avances científicos, culturales y sociales, advirtió que la labor de Clarke, Devoret y Martinis en un chip «brinda oportunidades para el desarrollo de la próxima generación de tecnología cuántica, incluyendo la criptografía cuántica, las computadoras cuánticas y los sensores cuánticos».

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