Una de las certezas que nos deja el panorama del cine de 2025, es que el terror se fortaleció aún más como el género popular entre el público asiduo a la sala de cine y la crítica. Incluso, la variedad primó, porque hubo un acompañamiento para las grandes producciones tanto como para las películas de bajo presupuesto.
Dentro de la escena de festivales encontramos un cine internacional excepcional, esto lo demuestra la shortlist de preseleccionadas para la categoría de mejor película extranjera en los Premios Oscars. Más allá de lo que dicte la Academia, gran parte de estos títulos tuvieron un recorrido muy positivo por los festivales importantes del mundo.
La película que obtuvo un consenso casi por excelencia fue «Una batalla tras otra» de Paul Thomas Anderson. A pesar de la trayectoria y de lo que se esperaba un nuevo opus de este director, la sensación reflexiva generalizada fue la de haber presenciado una película de otra época, de aquella en la que este tipo de títulos salían con una alta frecuencia, que hoy ya no existe porque se transformaron en una anomalía dentro del panorama de estrenos en salas de cine.
Entonces, la captura de pantalla que podemos hacerle al cine de festivales y al catálogo de estrenos industriales nos deja un desfasaje: mientras los primeros mantienen vivo el espíritu de un cine con temáticas adultas, las propuestas comerciales presentan una desorientación sobre un camino a seguir, también avivada por una ansiedad acelerada para descubrir el éxito a corto plazo, en especial por la idea relativamente nueva de «los cuatro cuadrantes», donde ahí ingresan las plataformas, que tienen una injerencia en el comportamiento de la dinámica tradicional.
A continuación, una lista de mejores películas del 2025.
10° «Better Man» de Michael Gracy
Un musical biográfico a contracorriente de lo que dicta la tendencia de la fiebre del subgénero. Robbie Williams no pone el rostro, pero pone el resto del cuerpo para contar su historia de la manera más deforme, colorida y ruidosa. De las experiencias únicas del año.
9° «La hermanastra fea» («Den stygge stesøsteren») de Emilie Blichfeldt
Una versión deforme de «La cenicienta» atravesada por el tamiz del body horror y las intrigas palaciegas, en este caso de Dinamarca. Fantasía, cirugías estéticas y horrores varios. Debut absoluto y exitoso de Emilie Blichfeldt.
8° «Valor sentimental» («Affeksjonsverdi») de Joachim Trier
Joachim Trier sigue deslizándose por diferentes sustratos del drama, aquí teje lazos entre dos hermanas y un padre director de cine semi ausente, quien regresa después de mucho tiempo para ofrecerle un rol a su hija actriz. Inteligente para sortear los clichés y lugares comunes, pero más audaz en proponer una profundidad sin caer en zonas solemnes.
7° «Reflet dans un diamant mort» de Hélène Cattet y Bruno Forzani
Vuelve el dúo Cattet y Forzani, una pareja de realizadores influenciados por el cine europeo de género de los 70, en especial por la estética del giallo y el eurohorror. En esta oportunidad, a partir de un flashback de un viejo espía se despierta un flashback hacia otro tiempo y hacia un mundo de detalles supremos.
6° «La mente maestra» («The Mastermind») de Kelly Reichardt
Reichardt se mete con el cine de robos para hacer una película con zonas que están fuera de campo en este tipo de producciones. ¿Qué hubiera sucedido si Sonny hubiera escapado del banco en «Tarde de perros» de Sidney Lumet? Una respuesta posible se plantea aquí. También es inteligente en plantear un marco enunciativo del presente sin hablar necesariamente del presente. De los mejores planos finales del año.
5° «Haz que regrese» («Bring Her Back») de Danny y Michael Philippou
Los hermanos australianos eluden de forma brillante la presión de la segunda película. Tras «Háblame» redoblan la apuesta y hacen un terror que se enquista en el alma, pero simultáneamente logran asustar y generar un pavor con elementos simples para armar ideas visuales. También muestran sofisticación para narrar. Un avance superador que nos deja con ganas de la tercera película de estos jóvenes realizadores.
4° «Jimmy & Stiggs» de Joe Begos
Begos tiene su propia brújula, la cual le marca un norte distinto al de los demás. Después de un puñado de películas pequeñas presenta su película más ambiciosa porque se trata casi de un unipersonal en todo sentido. Begos se pone delante y detrás de cámara (la suya, una de 16 mm) para poner en relieve una paranoia materializada por las drogas (un tema recurrente en su cine), debido a una posible abducción alienígena. Una prueba de que se puede hacer cine de terror sin dinero, pero con algo más que entusiasmo.
3° «Código negro» («Black Bag») de Steven Soderbergh
Si hay un director que mantiene viva la llama del presupuesto medio, ese es Steven Soderbergh. En una de sus dos películas de este año se mete con el mundo de los espías ingleses. Matrimonios y algo más, una pareja que trabaja en el MI6 y una pareja ya afianzada como lo es la de Soderbergh y el guionista Koepp, con quien trabaja desde hace ya unos cuantos años. Un cine como el de antes, que teníamos normalizado y que hoy parece que es necesario destacarlo.
2° «Septiembre 5» («September 5») de Tim Fehlbaum
Sobre el hecho real de la Masacre de Múnich a los atletas israelís en los Juegos Olímpicos de 1972, la historia se ubica en el estudio de ABC deportes, donde un grupo de periodistas tiene un punto de giro imprevisto al tener que cubrir una toma de rehenes en tiempo real. Una película de periodistas, de éticas y de morales. Dentro de las varias virtudes que posee la película está la capacidad de construir un suspenso aterrador sobre algo conocido por todos. De los mejores guiones del año.
1° «Una batalla tras otra» («One Battle After Another») de Paul Thomas Anderson
La mejor película del año está en otra esfera, es un milagro dentro del panorama industrial, sin embargo, poco hay de ello en la figura de Paul Thomas Anderson, un director al que le gusta bucear por diferentes historias. Su nuevo film lo pone en un lugar diferente, a pesar de que hay un regreso al mundo caótico del escritor Thomas Pynchon, lo hace diferente a cuando lo hizo con «Vicio propio». De las mejores del 2025 y de cualquier otro año.