Luego de presentarse en Montevideo en el año 2019 y 2020, se realizará por primera vez en Buenos Aires el Festival Internacional Cinecannábico
del Río de la Plata (FICC). Esta primera edición prevé la proyección de 30 películas de 10 países del mundo, con 3 secciones temáticas: Salud y cannabis, Activismo cannábico y Ficciones cannábicas. Entre el 4 y el 28 de febrero se celebrará este evento, que cuenta con dos sedes al aire libre y de forma gratuita para quienes asistan, con previa reserva acá. Conversamos con Alejo Araujo, uno de sus organizadores. «Siempre tuvimos la idea de que el festival fuera de las dos orillas», nos dice.
Luego de su primera edición en el 2019, el mismo tuvo el desafío de sostenerse en plena pandemia en Uruguay y, además, expandirse hacia Buenos Aires en el mismo contexto. «La primera edición en Buenos Aires iba a ser en abril del 2020 pero, bueno, fue imposible… apostamos a lo presencial y lo logramos. Tuvimos la suerte de que en Uruguay el inicio de la pandemia fue más leve, por lo tanto, ya en agosto se había logrado tener protocolos para la apertura de salas de cine con aforos limitados. Acá en Buenos Aires vamos con la opción al aire libre que es lo que se puede, pero con pantalla grande como se debe».
Objetivos generales y curadurías específicas
Es cierto que los títulos de las secciones hablan por sí mismas. «Salud y cannabis», «Activismo cannábico» y «Ficciones cannábicas» nos guían en las temáticas a abordar, Alejo agrega: «Hay películas que van por el lado de desarrollar uno de los usos más importantes que tiene la planta, que es el uso terapéutico. También hay otras que reflejan los caminos que se están dando para cambiar las regulaciones, se muestra qué pasa con el prohibicionismo y cuáles son los conflictos que eso trae».
Además, señalan que no está dentro de los objetivos del festival promover el consumo. «Nosotros no vamos por ahí pregonando que hay que consumir cannabis. Nos parece importante transmitir información certera, concreta, derribar tabúes, la idea es dar herramientas e información y apuntar a una reducción de daños a la hora de consumir alguna sustancia, sea cual sea».
Por último, nos cuenta que cada país tiene sus propias particularidades y, en función de las urgencias de cada uno, se hace una curaduría especial aunque la programación fuerte sea muy similar, por lo que en Argentina podemos encontrar cuestiones más familiarizadas con el autocultivo, el activismo y el uso medicinal, que son los temas más en auge para nuestra cultura.
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