Finalmente, abrió sus puertas una nueva entidad financiera que se posiciona como una tercera opción económica en el mundo entero (además del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional). A partir de este martes 21 de julio, el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) opera como entidad y tiene sus primeras oficinas en China y Sudáfrica.
Integrado y desarrollado por los países aglomerados en BRICS (Brasil, Rusia, India y los antes citados China y Sudáfrica), el NBD cuenta con un fondo de 100.000 millones de dólares aportados por la nación oriental para afrontar «posibles contingencias financieras». Además, a diferencia del BM y FMI, el voto de cada país participante en las acciones es igual al resto de los miembros y no se ve afectado por la participación de capital. Es decir, todos tienen la misma importancia a la hora de decidir y, por si aún no quedara clara esta intención, prohibieron los vetos.
Vale recordar que entre los cinco gigantes se agrupa el 41,4% de la población mundial y más de un cuarto del Producto Bruto Interno (PBI) de todo el planeta. Otro dato no menor es que la aparición del NBD le posibilita a Rusia volver a acceder al mercado global y toma de empréstitos, ya que se encuentra bloqueado para diversas actividades bancarias por la Unión Europea y Estados Unidos.
Este organismo alternativo a los poderes económicos preponderantes en el último medio siglo es presidido por el indio Kundapur Vaman Kamath y tiene como premisa financiar grandes proyectos de infraestructura de interés general inicialmente en los países miembro. Al respecto, el ministro de Finanzas de China, Lou Jiwei, declaró que el NBD «trabajará de manera positiva y complementaria con el sistema financiero existente y buscará innovaciones en la gobernanza», en alusión al papel de las entidades financieras previamente existentes.
