Como sucedió y va a seguir pasando durante esta semana, se definen las posiciones de las zonas y se arman los próximos cruces por octavos de final en esta Copa Mundial en Brasil. Y el Grupo C no iba a ser la excepción, por eso despertaba un interés particular el encuentro entre Grecia y Costa de Marfil. De haber un ganador en la cancha, este sería (casi con seguridad) quien pase a la siguiente fase. La subjetividad estaba dada porque en el otro partido se verían las caras quien lidera el grupo con dos grandes presentaciones como lo es Colombia y el deslucido Japón. Por lo reflejado en sus dos presentaciones, pocos eran quienes auguraban una victoria nipona.
Pero volvamos a lo que aconteció en Fortaleza. Desde el principio las intenciones las mostraban los helenos, quienes avisaron a los 12 minutos con un centro bajo desde la derecha que tuvo que alcanzar Boubacar Barry antes que alguien se anticipe y conecte el lanzamiento. Tan solo diez minutos después se iría el arquero griego Orestis Karnezis para cederle la portería a Panagiotis Glykos.
Iban 33′ cuando otra vez se prendieron las alarmas africanas. Tras un contragolpe luego de un córner marfileño mal ejecutado, José Cholevas remató pero la pelota dio en el travesaño. 60 segundos después, nuevamente Georgios Karagounis disparó al arco pero en esta ocasión la detuvo Barry. Y tanto va el cántaro a la fuente, que a los 42′ un grosero error en la salida de Ismael Tiote permitió que Georgios Samaras (la gran figura del partido) robe el balón y arremeta hacia el arco para cederle la bella Brazuca al recién ingresado Andreas Samaris para que defina por sobre el cuerpo del guardametas y ponga, temporalmente, a Grecia en octavos de final.
Luego del correspondiente descanso las cosas no cambiarían demasiado. Grecia seguía con los avances más claros y Costa de Marfil con alguna chance esporádica. Y nuevamente pasó lo que pasa cuando uno desaprovecha muchas oportunidades: llegó el gol del empate. Iban 74′ cuando Gervinho recibió y encaró hacia el área y luego metió un gran pase hacia el medio para que Wilfried Bonny (que había pisado la cancha un rato antes) se encargue de señalar el 1-1.
Grecia siguió insistiendo y estrelló un par de pelotas contra los postes, pero a los 87′ Dimitrios Salpingidis entró al área y le pegó para volver a ganar pero, gracias al poco ángulo de tiro y su pésima dirección, la pelota cruzó todo el arco y se fue hacia el lateral. Finalmente se haría un poco de justicia, aunque despertó las dudas en su momento. Ya se jugaba tiempo agregado cuando Giovanni Sio le trabó la pierna a Samaras dentro del área cuando iba a disparar tras el pase de Cholevas y el árbitro ecuatoriano Carlos Vera señaló la pena máxima. El propio Samaras tomó la pelota y le pegó arriba a su derecha para meter a Grecia en la próxima fase y enfrentar a Costa Rica.
Colombia para cumplir
La selección cafetera salió al campo de juego en Cuiabá con la tranquilidad de avanzar de ronda, la seguridad de cumplir a la perfección con sus planteos estratégicos y la bondad de cambiar 8 de sus 11 titulares. Y con todas esas características, no hizo más que brindar un buen espectáculo.
A los 18′ Juan Cuadrado anotó el primer gol de penal tras una falta de Yasuyuki Konno. Japón tuvo sus chances para empatar, pero se le iba a dar en la última del primer tiempo. Keisuke Honda (el mejor futbolista nipón en esta Copa Mundial) lanzó un centro corto y Shinji Okazaki le ganó al defensor y al anticiparse pudo poner de cabeza la pelota en el primer palo.
Al comenzar la segunda etapa pasarían dos cosas fundamentales para el transcurso del juego: rápidamente Colombia se pondría nuevamente al frente en el tanteador y mucha responsabilidad tendría el ingresado James Rodríguez. A los 55′ el 10 de los cafeteros abrió el juego con su pase y permitió que Jackson Martínez tome el balón, se acomode y defina con un zurdazo cruzado al segundo palo. El mismo Martínez ampliaría el resultado con otro gol exquisito. A los 82′ James puso un pase largo abierto para la entrada del goleador quien, otra vez, se acomodó y definió de manera impecable poniendo la pelota en el segundo palo.
Para la anécdota y las estadísticas quedará el ingreso del arquero de 43 años Faryd Mondragón por David Ospina, hecho que se produjo para que el portero sea el jugador de fútbol con mayor edad en pisar un campo de juego durante una Copa del Mundo (superó al camerunés Roger Milla), y el maravilloso tanto de James Rodríguez que se la picó al arquero a los 90′ para sellar el 4-1 y esperar el cruce eliminatorio ante Uruguay.
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