Lo que tiempo atrás fueron pronósticos o conclusiones (por cierto, acertadas) de análisis sociales y tecnológicos hoy se convierten en una realidad cuasi palpable que está a pasos de concretarse. Me refiero al fin de la era de la radio en los formatos analógicos tal y como la conocemos.
El primer país en asestar el golpe será Noruega, que a partir del 11 de enero de 2017 recordará a la frecuencia modulada (FM) con añoranza de un pasado entrañable pero obsoleto.
Esta decisión fue tomada por el gobierno luego de estudiar la situación actual de las emisoras, donde la cantidad de radios digitales nacionales quintuplican la cantidad de pares en formato FM, donde solo sobreviven 5 canales. Además, el Ministerio de Cultura estimó que esta iniciativa de pasarse al formato digital provocará un ahorro anual total de 25 millones de dólares. «El costo de transmitir canales de radio nacional a través de la red de FM es ocho veces mayor que por la red de Retransmisión Digital de Audio», expresaron desde el organismo en un comunicado.
Asimismo, el primero de estos «apagones» lo dará el servicio público de radiodifusión de Noruega, NRK, que se silenciará antes que sus competidores.
Al respecto, la ministra de Cultura, Thorhild Wildvey, expresó públicamente su parecer al resaltar que «los oyentes tendrán acceso a un contenido de radio más diverso y pluralista, y disfrutarán de una mayor calidad del audio y de nuevas funcionalidades». A su vez, afirmó que esta digitalización reforzará el servicio prestado, ya que tiene menos inconvenientes ante cualquier tipo de «condiciones extremas». Es decir, de alguna manera se convierte aún más en un medio más democrático y que perdure pese a los contratiempos que pudieran surgir. Y ni hablar de las distancias de cobertura.
Otro dato para que tengamos en cuenta es que varias automotrices, sobre todo las líderes del mercado como Audi y su vínculo con Google en enero de 2014, firmaron contratos para implementar sistemas similares a una tablet para, justamente y valga el juego de palabras, sumarlas al tablero de los automóviles. Esto será otra estocada para la FM, que hoy tiene en los autos a potenciales y fieles oyentes.
Sobre la decisión del Estado noruego de poner fin a la radio analógica, varios países miran con atención la propuesta, con la idea de replicarla e implementarla.
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