Femicida de cumpleaños

Eduardo Vázquez, el femicida de Wanda Tadei, quien cumple condena en el Penal de Ezeiza, obtuvo un permiso especial para asistir al cumpleaños número 15 de su hija, fruto de una relación previa. La decisión, tomada por el juez Axel López, generó indignación en la familia Tadei, allegados y sociedad en general.

El pasado sábado 27 de febrero y con un gran despliegue de seguridad, Vázquez (quien está condenado a perpetua) arribó al cumpleaños de su hija en Tapiales, partido de La Matanza. Lo hizo contando con un blindaje del Grupo Especial de Intervención del Servicio Penitenciario Federal (SPF), con más de diez efectivos de esa fuerza y agentes de la Policía Bonaerense. Esposado, de aspecto desmejorado, rapado, con anteojos de sol y barbijo, descendió de una camioneta Ford Ranger blanca, con sus ventanas tapadas con papel de diario, y caminó en medio de los agentes que cargaban escudos para ayudarlo a ingresar.

Axel López, responsable de esta decisión, sostuvo: “El hecho de que la presencia de Vázquez en el festejo del decimoquinto cumpleaños de su hija constituye un hecho único e irrepetible que se relaciona con una suerte de obligación moral del nombrado y que, en reiteradas oportunidades, la administración carcelaria actuó a los efectos de posibilitar los encuentros entre ambos”. Es destacable que el juez a cargo cuenta con un polémico historial de medidas favorables para acusados de delitos violentos hacia mujeres.

Al lugar, que en todo momento contó con una cerrada custodia policial, se acercó la hermana de Wanda, quien expresó a los gritos: “Mi hermana nunca más va a poder revincularse con sus hijos y vos estás ahí, ¡hijo de puta!”. Cerca de las 18 horas finalizó la visita y el femicida Eduardo Vázquez se retiró escoltado por la custodia, con el mismo despliegue con el que llegaron.

Finalmente, cabe recordar que el exbaterista de Callejeros, Eduardo Vázquez, fue condenado diez años atrás a cadena perpetua por el femicidio de su esposa, Wanda Tadei, a quien prendió fuego viva. En un momento en el cual se enfrenta un incremento en femicidios (47 en los primeros dos meses del año) y donde las medidas para proteger a las víctimas de violencia de género son ineficaces, este permiso concedido por la Justicia y el posterior despliegue de las Fuerzas de Seguridad para el resguardo del femicida resulta, como mínimo, en una provocación social.