Hace años que diversos proyectos, si de moneda se trata, intentan dar el paso definitivo hacia la circulación del “plástico” y la erradicación definitiva del “papel”. El primero en reemplazar el billete tradicional por uno elaborado con polímero fue Australia, allá por el año 1998. El lejano país de Oceanía tuvo casi una veintena de naciones que siguieron sus pasos, pero el caso más reciente y, tal vez el más importante por el peso histórico de su moneda tanto como lo tradicional de su contexto, sea el de Inglaterra.
Este miércoles el Banco Central realizó el anuncio que a partir de 2016 pondrá en circulación billetes plásticos, más resistentes que el papel de algodón con el que hasta la actualidad, y por más de 100 años, se elabora la libra esterlina.
Otro dato que llama la atención es que dejará de portar la imagen de la Reina Isabel II y pasará a ocupar ese destacado espacio típico de todos los billetes el retrato de Winston Churchill, quien fuera, entre tantos cargos y dotes, primer ministro. Asimismo, las 10 libras esterlinas van a portar el rostro de Jane Austen.
A todo, por más clásico que sea, le llega la hora de modernizarse.
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