Este jueves llega a las salas de cine locales «Algo viejo, algo nuevo, algo prestado» de Hernán Rosselli. La película tuvo su estreno mundial en la Quincena de Realizadores de Cannes y viene de haber ganado el premio a la Mejor Película en FICUNAM, dos premios en Gijón y haber formado parte de la programación de Contracampo con entradas agotadas.
La protagonista de esta historia es Maribel. Su familia, los Felpeto, administran desde hace varias décadas un negocio de apuestas clandestinas. Desde que su padre murió, Maribel y su madre, Alejandra, quedaron a cargo de la empresa familiar. En el presente acechan los allanamientos y la organización para acercarse a un punto de quiebre. Y, paralelamente, viajamos al pasado de la familia a través de archivos que funcionan como flashbacks.
El archivo se articula con la narración en off de Maribel, que construye el personaje de su madre y su padre, el casamiento, el negocio, los conflictos. Lo propio de un Tony Montana radicado en el Conurbano bonaerense. Rosselli filma la ficción con una mano documental y trata al archivo con un manto poético más propio del artificio, ese borde difuso pierde importancia y el espectador debería asumir su vulnerabilidad ante la ilusión creada por el director, en lugar de intentar descubrir los trucos.
La comedia y el drama se construyen con una lógica personal, todo lo que nos pueda unir a esta familia nos lleva a compartir con empatía sus alegrías, tragedias y la incertidumbre por su futuro. Maribel Felpeto se compone a sí misma con una amplitud más que generosa, con una sensibilidad que solo puede valorarse como «verdad» en pantalla, propia de las grandes actrices.
Estudié cine y actualmente crítica de artes. Especializada en guion. Ferviente amante y divulgadora del cine argentino. Empezar de cero es cada hoja en blanco lista para escribir nuevas historias.