Pobreza pero sin índices

Organismo discutido si los hay, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de la República Argentina (INDEC) continúa realizando cambios sustanciales en sus procesos y metodologías con el fin de acercarse a los datos y cifras que se presentan en el ámbito cotidiano, ya sea por los indicadores de precios o valores de la Canasta Básica, entre otros factores cuestionados.
Como parte de esta renovación, desde enero del presente año el INDEC modificó los procedimientos para elaborar los índices de precios al consumidor. De esta manera, y acorde con una política del Estado Nacional de impulsar la federalización, además de reducir la brecha con indicadores privados (es de público conocimiento que los productos en el resto del país siempre tuvieron costos menos altos que en la mayor región urbanizada del país), esta tabla ya no solo comprende al Gran Buenos Aires sino a la totalidad del territorio nacional. Por ello, este mes los índices oficiales de pobreza e indigencia no fueron publicados.
Según el comunicado oficial «este cambio constituye un salto cualitativo en la federalización de los índices de la economía nacional y en el día de ayer se discontinuó la publicación de la serie histórica de la medición de incidencia de pobreza e indigencia por ingresos monetarios que el instituto estadístico venía realizando desde 1993 por contar con severas carencias metodológicas, sumadas al hecho de la discontinuación del IPC-GBA y la imposibilidad de empalme con el nuevo IPC-NU». Vale aclarar que estas siglas son las que reflejan los Índices de Precios al Consumidor para Gran Buenos Aires (GBA) y Nacional Urbano (NU).
La metodología
Además, el comunicado detalla que «la medición oficial de la pobreza y la indigencia por el método de la línea de pobreza según unidad adulto equivalente se realizó sistemáticamente en Argentina a partir del año 1993, según lineamientos trazados por la Secretaría de Programación Económica del Ministerio de Economía y Obras y Servicios Públicos. La metodología adoptada, y luego continuada por el INDEC, se basó en los valores del IPC-GBA, tanto en el período en que la medición de pobreza e indigencia abarcó sólo la región Gran Buenos Aires (1993-2001), como en los períodos posteriores en que la medición alcanzó a todos los aglomerados urbanos relevados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH)».
De todas formas, lo verdaderamente importante es el desarrollo de políticas que apunten a reducir la pobreza, tanto en Buenos Aires como en el resto del país. Luego, sí, vendrán los datos y estadísticas.