La química del amor
Cuando nos enamoramos, simulamos químicamente ebriedad, el cerebro no toma decisiones acertadas y todo le parece excitante y aventurero.
Cuando nos enamoramos, simulamos químicamente ebriedad, el cerebro no toma decisiones acertadas y todo le parece excitante y aventurero.
El dios de los comienzos, de los principios, de los inicios. Al mismo tiempo, el dios de los finales. Sí, el dios de las puertas que se abrían cuando empezaban las guerras y se cerraban cuando la paz se establecía. El de las dos caras, el inventor de las leyes romanas, de la agricultura… y…