Durante el contexto de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio en la que se encuentra desde hace más de un mes la República Argentina, se flexibilizaron algunas medidas tomadas por el Gobierno Nacional -en conjunto con los provinciales y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA)- y otras tuvieron mayores restricciones. En esta segunda categoría se ubica el uso de tapabocas o barbijos.
Al respecto de la utilización de estos protectores, a partir del lunes 4 de mayo desde las 00 horas y «para prevenir contagios», se dispuso la «obligatoriedad del uso de tapabocas para circular y permanecer en los espacios públicos de la Ciudad de Buenos Aires», tal como comunicó el Gobierno porteño, debido a que dos tercios de las personas con casos positivos de coronavirus no presentan síntomas del mismo o tienen síntomas leves» de COVID-19.
De esta manera, y porque es notorio el aumento de circulación en la capital, lo que era una recomendación desde el pasado 15 de abril ahora no da lugar a una decisión personal. «Es muy útil porque el virus tiene una alta capacidad de transmisibilidad y está presente aún en personas que se contagiaron pero no presentan síntomas», alertaron este viernes desde el GCBA a través de un comunicado.
Además, se recordó que para este método preventivo «sirve cualquier elemento que pueda cubrir boca, nariz y mentón, de fabricación casera con pañuelos y telas. No hace faltan máscaras ni barbijos», al mismo tiempo que se mantiene la prohibición de comercializar «barbijos sanitarios N95» (la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica -ANMAT- solo lo autoriza para el uso médico) si no se trata de profesional o personal de los servicios de salud, o bien personas jurídicas «que no tengan por objeto la prestación de ese servicio».
En relación a lo antes mencionado, la penalización por no respetar estas medidas es de 10.700 a 79.180 pesos, a la vez que invitaron a la población a fiscalizar y denunciar telefónicamente en la línea 147 a quienes no acaten la resolución.
