La figura de Fernando Martín Peña es casi inclasificable, pero la definición que mejor se ajusta a su trabajo es la de preservador. Varios lo consideran un coleccionista de películas en fílmico, tal etiqueta se queda en una idea trunca sobre acumular para un mero objetivo personal y la de un hombre con un hobby. Las películas que Peña tiene en su poder están al alcance de cualquiera que se precie de ser cinéfilo (una palabra bastardeada desde algún tiempo) porque siempre están disponibles en diversos ciclos.
“La vida a oscuras” es un título poético y literal a la vez, ya que el alcance de este documental dirigido por Enrique Bellande se expande en un seguimiento a Peña dentro de un período que abarca de 2014 a 2022. El acompañamiento incluye el día a día dentro de su propia casa, las grabaciones del programa televisivo “Filmoteca”, las proyecciones en diferentes espacios (ENERC, MALBA), el rescate de películas arrojadas a un volquete y alguna que otra entrevista que le hacen.
Bellande no lo sienta a Peña a hablar de su trabajo, su vida o sobre temas como la Cinemateca, la propia dinámica de la cotidianeidad del protagonista conduce a todo eso que podría decirse oralmente, pero que se presenta con imágenes. Entender con dos planos que, el mismo hombre que guarda y cuida el patrimonio fílmico más grande de Argentina, es el que lleva las latas en un taxi, el que enhebra las películas en el proyector, corta los tickets y hace la presentación en la sala (y hasta en los casos pertinentes lee los intertítulos que están en otro idioma sin subtítulos) es de una síntesis perfecta para graficar semejante patriada. Por un carril paralelo. el documental posee hallazgos macabros para la historia del fílmico en Argentina, ese es el momento de la última copia realizada en Cinecolor (el último laboratorio de la región), la cual puede verse en cámara. También lo es el momento en el que el director muestra en planos detalle el destrozo de rollos tirados a un volquete en la puerta de una distribuidora.
“La vida a oscuras” es un homenaje sentido a una de las pocas personas verdaderamente preocupada por el archivo, preservación y difusión del material fílmico audiovisual del país. A la espera del cumplimiento de la ley, la utopía de un espacio que sea de carácter estatal y no la cruzada de un individuo, este documental funciona -además- a modo de alerta que debe ser escuchada.
“La vida a oscuras” de Enrique Bellande puede verse en el marco del 24° Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) el jueves 27 de abril a las 16:30 horas en la Sala 2 del Centro Cultural San Martín y el sábado 29 a las 20:05 horas en el Multiplex Lavalle.
