Las nuevas tecnologías en política

Que las nuevas tecnologías impactan en nuestra forma de vida no es novedad. Y los cambios afectan todos los aspectos. La política y las diversas actividades relacionadas no quedan afuera.
Durante su exposición en la IX Cumbre Mundial de Comunicación Política, el senador Juan Manuel Abal Medina se refirió a los efectos que las nuevas tecnologías de información tienen sobre las formas de hacer política y, más precisamente, sobre las prácticas comunicacionales. Al respecto, señaló que los avances tecnológicos que se producen cada vez a mayor velocidad «impactan en nuestra forma de informarnos, de leer, de comprar, de vincularnos, de entretenernos», y afirmó que «hay muy pocas dudas de que las nuevas tecnologías de la información están transformando nuestras vidas».
Uno de los puntos que mencionó como principales para tener en cuenta es la magnitud de los cambios en la velocidad con la que se producen. «Pasar de la palabra hablada a la escrita tomó decenas de miles de años; de la escrita a la radial, miles de años; de impresa a la voz radio, cientos de años; de radio a tele, decenas de años. Ahora Twitter, Facebook e Instagram generan cambios que se dan día a día, permanentemente», ejemplificó.
«Todos esos cambios impactan en la política y la velocidad con la que suceden y a veces impide que se piensen, falta capacidad histórica para comprender cómo se suceden», resumió el ex Jefe de Gabinete. Una de las consecuencias de estas modificaciones, según Abal Medina, es la deslocalización, la desterritorialización de la actividad política. Esta tarea está vinculada desde sus orígenes a la ciudad Estado, a la territorialidad, «la política siempre estuvo vinculada a lo territorial espacial, a fronteras», sostuvo.
Frente a los cambios se opone una estructura basada en un esquema antiguo. En ese sentido, Abal Medina afirmó que la institucionalidad argentina no está preparada para estos cambios, para las transformaciones que producirían en la organización. Sobre la política vinculada con el espacio físico «se construyó nuestra institucionalidad moderna, nuestra forma de votar, de vincularnos. Todo surge vinculado a lo territorial», indicó. Esta institucionalidad pensada para un mundo en el que las comunicaciones demoraban meses, determina nuestra «separación de poderes, sus instituciones, las leyes, forma de Estado, la Constitución, que están enclavadas en esa forma de pensar una acción política». Dentro de esa institucionalidad pensada territorialmente, están insertos los partidos.

¿Cuál es el camino hacia el futuro?

Para Abal Medina los partidos pueden seguir alguno de estos rumbos, «transformarse en etiquetas electorales que cambian en cada elección, con lo que desnaturalizaríamos el funcionamiento básico de la democracia y los partidos» o fosilizarse, «que se nieguen a esos cambios y los miren con desdén. Se convertirían en cáscaras vacías que no van a sacar más votos y van a morir de muerte natural».
El tercer camino, el que Abal Medina ve como más adecuado apunta a aliviar esa tensión entre dos polos, entre los que «pontifican este nuevo mundo y sostienen que lo anterior ya murió. Es arriesgado porque nuestra institucionalidad no está preparada para eso. A lo mejor algún día lo esté y votemos día a día por internet», pero todavía no lo está. «Otros se abrazan a la vieja institucionalidad y denostan lo nuevo, lloran por el homo videns. Entre el llorar por lo que ya no es y hablar sobre un mundo que no ha llegado, hay que pensar la comunicación política contemporánea», afirmó el senador.
Finalmente, Abal Medina sostuvo que es importante tener en cuenta el contenido en los mensajes políticos. «En cada acto comunicacional hay que recurrir a todas esas nuevas técnicas y tecnologías sin renunciar a los contenidos. Se logra un espacio de acción política interesante». El no tener en cuenta los avances tecnológicos provoca que «el mensaje que quiero dar va a llegar a menos gente. Por otro lado, quedarse solo en las formas y renunciar a los contenidos de la política renuncia a la idea básica de democracia que tiene que ver con la idea de autogobierno». La necesidad de dotar de contenido a los mensajes se debe a que «si los partidos no presentan contenidos de políticas específicas para que la ciudadanía decida. Para que no haya un mero mercado electoral sino para que cuando el ciudadano vote esté definiendo rumbos de políticas públicas», expresó Abal Medina.