Desert Trip y la vigencia del rock

Desert Trip fue (y es) un festival de rock en California en el predio de Coachella, donde este fin de semana que pasó y el próximo se presentaron y presentarán artistas históricos del rock anglosajón. The Rolling Stones, Bob Dylan, Paul McCartney, Neil Young, Roger Waters y The Who dieron, durante tres noches diferentes y consecutivas, una serie de recitales que tuvieron una base de más de 75 mil almas por noche, almas con muchísimos años y también con pocos, con un montón de experiencia en el rock y algunos con no tanta.
Si hace falta (tal vez no) hay que aclarar que quien escribe no estuvo ni cerca de poder ser parte de este evento, aunque gracias a la tecnología y a que la organización de Desert Trip por ahora no está en modo «policía por internet», se pueden ver los shows enteros en YouTube. Algunos en alta calidad y otros desde el fondo, pero todo vale la pena mirar porque cuando no te sentís tan cercano sí sentís el calor de la inmensa cantidad de gente que estaba presente.

Arranque a puro rock

La primera noche estuvo compuesta por una presentación de Bob Dylan en versión íntima, con sus músicos alrededor como en un cuadrilátero. Tal vez por historia o por presente, tal vez por costumbre o por tradición, las inmensas pantallas mostraron más que nada imágenes de archivo del gran cantautor estadounidense. Lo siguieron los Rolling Stones, que comenzaron con «Start me up» y abarcaron ese repertorio clásico suyo, muy similar al de los shows de este año en La Plata. Hicieron uso intenso de las pantallas gigantes para ambientar cada momento de la manera en que a la banda siempre le gustó. Como siempre, hubo un momento especial para que Keith, el gigante Richards, tocara alguno de los temas de su «otra» banda, en la que canta. Para la anécdota y como homenaje, vale la pena destacar el cover de «Come together» que hicieron sin perder el estilo que caracteriza a The Rolling Stones.
La segunda noche fue abierta por Neil Young, tal vez el menos «trascendental» de todos los artistas (no por falta de mérito pero sí por recorrido internacional). El canadiense, según Eduardo Fabregat, fue de menor a mayor y, después de pasar por clásicos como «Heart of Gold» tuvo su final glorioso con «Rockin in the free world«, tema que decidió estirarlo durante unos minutos. A continuación, Paul McCartney hizo exactamente lo que el público busca cada vez que lo va a ver: magia beatle. A su manera, y con algún imprevisto (rompió una cuerda en «Something«, cambió el instrumento y volvió a arrancar) no defraudó a nadie, porque con la lista de temas recorrió su carrera. Tuvo un punto alto, entre tantos picos de altura, cuando se sumó Neil Young al escenario para hacer unos temas de los Beatles.

Un cierre demoledor

La tercera y última noche del festival comenzó con The Who (o lo que queda de ellos: Pete Townshend y Roger Daltrey) más Pino Palladino y Zak Starkey para reemplazar a Keith Moon y a John Entwistle. El final del primer fin de semana de rock histórico estuvo a cargo de Roger Waters. Manejó un repertorio diferente al que viene presentando, en el que suele centrarse en algún disco en especial como, por ejemplo, «The Wall», y se paseó por la historia completa de Pink Floyd. Esto seguramente a sus fanáticos les golpeó un poco en la nostalgia y en las ganas de que David Gilmoure y Waters se vuelvan a juntar. Roger hizo, como siempre, uso intenso de las pantallas para aclimatar su show mientras paseaba por temas de «The Dark Side of The Moon», «Wish you were here», «Animals» y «The Wall». Como suele pasar tanto en su obra como en sus shows, tuvo su momento de contenido político cuando le mandó saludos a Donald Trump.
Después de este festival está claro que por más que la edad sea un factor determinante para algunas cosas, en estos artistas el rock persiste y los mantiene vigentes, más que nada cuando tienen la posibilidad y la libertad de expresarse en lugar y espacio tan cómodo como lo es el predio Coachella. Tanta vigencia tienen estos artistas que, por ejemplo, The Rolling Stones anunciaron un nuevo disco para fin de año compuesto en su totalidad por covers de blues… y ya sacaron un single de adelanto.