Se trata de Sandro Gabriel López, funcionario de la municipalidad de Puerto Libertad, Misiones, quien fue acusado por dos menores de edad por el delito de abuso sexual. El pasado 23 de abril fue ratificada la denuncia a través de la oficina de violencia de género de la localidad de Esperanza.
López, quien tras la denuncia se mantuvo prófugo por unos días, actualmente se encuentra detenido luego de presentarse con su abogada en el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú.
El funcionario está imputado por los delitos de grooming y abuso sexual con acceso carnal. Cabe destacar que en Argentina el grooming está penado por la ley, ya que suele ser la antesala de otros delitos como obtener material de abuso o explotación sexual contra las infancias o generar encuentros con la finalidad de cometer un abuso sexual físico. Básicamente, esta práctica consiste en acosar sexualmente a una niña, niño o adolescente a través de un medio digital que permita la interacción entre dos o más personas, tal como las redes sociales.
En este sentido, López citaba a las menores a través de las redes sociales y les pedía favores sexuales a cambio de mercadería o ayuda social para sus familias. Los abusos eran cometidos en el mismo despacho municipal donde se descubrió que, además, contaba con un colchón.
Selva, mamá de unas de las víctimas, fue quien encontró mensajes en el Facebook de su hija de 14 años, donde López le pedía insistentemente fotos de contenido erótico. Tras la denuncia en la comisaría de la mujer, Selva fue informada de que su hija había denunciado a Sandro Gabriel López por abusar de ella desde los 12 años. La menor calló por dos años, producto del miedo y las manipulaciones y presiones ejercidas por el abusador.
Al respecto, el intendente Luis Ramón Ferreira y otros funcionarios de Puerto Libertad no se pronunciaron sobre este tema, por lo cual Selva, ante los medios locales, dijo: «Eran niñas de 12 a 14 años que fueron abusadas, aprovechándose de su pobreza y las necesidades de su familia”. “López hacía cosas atroces en las narices de muchos otros y nunca nadie habló”.
De este modo, enfatizó en la posible complicidad de parte del municipio y otros funcionarios y la existencia de otras víctimas que no denuncian a López debido al estado de vulnerabilidad de sus familias, quienes dependen de la ayuda social.