Brasil humillado, Alemania va por todo

El partido por la primera de las semifinales en esta Copa del Mundo quedará por siempre en los libros de fútbol de toda la historia. Se enfrentaron dos de las selecciones más grandes (en cuanto a títulos y jugadores a lo largo del tiempo) y de las más opuestas en esta competencia. Brasil y Alemania definían el pasaje a la última instancia antes de la gloria.
Por un lado estaba el anfitrión, un equipo sin brillo y sin figuras descollantes, de esa clase de futbolistas que pueden marcar la diferencia en un partido. Del otro lado teníamos a los germanos, un seleccionado que domina el aspecto estratégico a la perfección. Brasil llegó a esta fase con poco y plagado de incertidumbres. Alemania venía con todo, aunque no es un rival invencible ni mucho menos. Ambos sufrieron en octavos, como casi todos, para estar entre los cuatro mejores (unos con Chile, otros con Argelia).
Pero todo eso quedó atrás. En Belo Horizonte, en el estadio Mineirao, se escribieron nuevas líneas en la historia del fútbol para catapultar a los europeos en una nueva final y sepultar todo sueño de los locales.
Apenas comenzó el partido vimos a los dirigidos por Luiz Felipe Scolari con mucho ímpetu y velocidad para abrir el marcador. Pero eso duró solo once minutos. Toni Kroos lanzó el tiro de esquina desde la derecha y la pelota le cayó a Thomas Müller en el medio del área, increíblemente sin marca, y el goleador no hizo más que cachetear el balón para poner el 1-0. Alemania se tomó apenas ese tiempo para devolver a Brasil a la realidad de lo que fueron en esta Copa.
Iban 23′ cuando Miroslav Klose se convirtió en el máximo anotador en la historia de todos los mundiales con 16 tantos, porque Kroos metió un pase interno para Müller, que le cede la pelota al delantero, que remató y Júlio César tapó, pero el rebote le quedó nuevamente en sus pies para poner a Brazuca abajo en el primer palo. 2-0 y final del juego para los anfitriones. Los errores y la desconcentración invadieron el cuerpo y la mente de todos sus jugadores.
Tan solo un minuto después Kroos recibió el balón de Phillipp Lahm y definió en forma impecable para abrir la goleada. Y dos minutos después llegó el cuarto gol. Otra vez Kroos aceptó gustoso el regalo defensivo de Fernandinho y tocó con Sami Khedira para que este le devuelva el balón y amplíe el score. Y tres minutos, sí, tres minutos tardó en llegar el 5-0. Ahora fue Khedira quien puso su nombre en la lista de goleadores del partido tras la asistencia de Mesut Özil. Suena increíble, pero es la primera vez en todo el certamen que el resumen está integrado en su totalidad por ocasiones de gol 100% efectivas.
Para el segundo tiempo solo restaba esperar qué iba a mostrar Alemania en cancha. Y el festival de goles siguió. A los 69′ Kroos ingresaba al área y dio un pase perfecto hacia el medio cuando corría por la banda derecha que Andre Schürrle se encargó de empujar la pelota hacia la red. A los 79′ los teutones cerraban la cuenta con un disparo cerrado y fulminante de Schürrle que se colocó por arriba del arquero brasilero.
Solo para la anécdota quedó el descuento de Oscar, tras un pelotazo que este tomó y enganchó para el medio para dejar atrás a Jerome Boateng y poner el 7-1 final. Así, con un resultado exagerado pero que demuestra en ambos lados lo mostrado en esta Copa del Mundo, Alemania jugará este domingo un partido más para coronarse y llenarse de gloria, ir por todo. Brasil tendrá que replantearse casi todo.