Los dirigidos por Thomas Tuchel vencieron 1-0 a Manchester City en la final de la UEFA Champions League.
La casa del Porto (Estadio do Dragao) se vistió de azul tras la consagración del Chelsea ante Manchester City, que suma su segunda Champions en la historia.
El equipo londinense fue correcto en todas sus líneas: el golero no tuvo mucha acción durante los primeros minutos, salvo en la recta final, gracias a la defensa encabeza por Cesár Azpilicueta y Antonio Rüdiger. También se suma la solidez de Reece James por la banda derecha y Andreas Christensen (reemplazo de Thiago Silva, obligado por lesión). N’Golo Kanté sella su participación en el certamen como el hombre clave para los “Blues”, quien jugó a todo terreno cuando hacía falta un hombre en la defensa -él decía presente- y era uno más en el ataque, siempre justo y preciso en cada jugada.
El explosivo inicio del City denotaba su hambre de gloria, pero solo duró los dos minutos iniciales y apenas un par de jugadas cerca del área rival. Luego se vio bloqueado por la marea azul y es que, a pesar de que su delantero Timo Werner no estuvo fino en la definición, contó con los diez jugadores restantes para plasmar su juego.
De hecho, el atacante alemán tuvo las opciones más claras para abrir el marcador pero las perdió en puerta. Ya pasado los 25 minutos, Rüdiger, firme en la marca, bloqueó un disparo de Phill Foden. A minutos que termine la primera etapa, Tuchel se vio obligado a realizar un cambio: Thiago Silva abandonó el campo tras un tirón en el muslo izquierdo y, cuando todo parecía negativo para Chelsea, llegó el tanto de Kai Havertz. Tras una gran jugada que nació de los pies de Edouard Mendy, este envió el balón al medio campo para Mason Mount que tocó por el centro para Havertz que, ante la salida del golero brasilero, lo dejó en el camino y con el arco sin custodio estalló el balón a la red para poner en ventaja a su equipo.
En la segunda parte, Kevin De Bruyne se retiró del campo con lágrimas en los ojos, tras impactar con Rüdiger sin pelota de por medio. El defensor del Chelsea se frenó delante del belga como una cortina -típica jugada de básquet- y provocó la salida del capitán del City. Tras aquella acción, los estrategas movieron el banco: Josep Guardiola apostó por Fernandinho y le dio resultado, ya que se hizo dueño del medio campo y estuvo firme en cada marca con alguna falta de por medio, pero finalmente ordenó al equipo. Tuchel sacó a Werner y ubicó en su lugar a Christian Pulisic. El norteamericano afirmó el ataque del Chelsea en combinación con Mount y Havertz.
Pero los «Citizens», en busca del empate, encararon el arco de Edouard Mendy, quien tuvo complicaciones en la recta final del encuentro. Además, estaba bien custodiado por su capitán, César Azpilicueta, quien frenó justo un tiro de Foden en la puerta del arco. A segundos del final, Riyad Mahrez sacó un disparo fuera del área que pasó cerca del ángulo.
Formaciones e incidencias
Chelsea: Edouard Mendy; Reece James, César Azpilicueta, Thiago Silva, Antonio Rüdiger, Ben Chilwell; Jorginho, N’Golo Kanté; Kai Havertz, Mason Mount; Timo Werner. Entrenador: Thomas Tuchel.
Manchester United: Ederson Moraes; Kyle Walker, John Stones, Rúben Dias, Oleksandr Zinchenko; Bernardo Silva, Ilkay Gündogan, Phil Foden; Kevin De Bruyne; Riyad Mahrez, Raheem Sterling. Director técnico: Josep Guardiola.
Goles: 42’ Kai Havertz (Chelsea).
Amonestados: 34’ Ilkay Gündoğan (Manchester City), 57’ Antonio Rudiger (Chelsea), 88’ Gabriel Jesús (Manchester City).
Cambios: 39’ Thiago Silva por Andreas Christensen (Chelsea), 60’ Kevin De Bruyne por Gabriel Jesús (Manchester City), 64’Bernando Silva por Fernandinho (Manchester City), 66’ Timo Werner por Christian Pulisic (Chelsea), 77’ Sergio Agüero por Raheem Sterling (Manchester City), 80’ Mason Mount por Mateo Kovačić (Chelsea).
Juez: Mateu Lahoz (España). Estadio: Do Dragao, Portugal.
