Contra la pornovenganza

La vida es como el yin y el yang, en todo lo malo hay algo bueno y en todo lo bueno hay algo malo. La tecnología es un gran ejemplo de esto. Los avances tecnológicos contribuyeron en múltiples ocasiones en la vida del ser humano, pero también perjudicó gran parte de su existencia.

En la actualidad existen diversas maneras de quebrar la personalidad e imagen de un tercero. Por un lado existe el cyber bullying, donde una persona es acosada por medio de ataques personales o divulgaciones, en su mayoría falsas, por alguien anónimo. También está el grooming, en el que un adulto busca engañar a un menor de edad con fines meramente sexuales. Por otra parte, se encuentra la sextorsión, donde se amenaza con publicar contenidos eróticos a cambio de favores sexuales y, por si fuera poco, se suma una cuarta modalidad denominada pornovenganza.

Qué es la pornovenganza

¿De dónde deriva su nombre? ¿Por qué hoy se la conoce como tal? Esta consiste en compartir y viralizar videos o fotos íntimas sin consentimiento de la persona que se pretende humillar. Usualmente, la persona que comete el acto violento es una expareja de la víctima. El término no es nuevo en el mundo por la multiplicidad de casos descubiertos en Gran Bretaña, Puerto Rico o Estados Unidos en años anteriores. Sin ir más lejos, este concepto resonó en Argentina debido a que conocemos recientemente el primer caso que llega a la Justicia por parte de una mujer.

En 2017 se conoció un hecho de esta categoría en La Rioja, cuando Patricio Pioli, expareja de Paula Sánchez Frega, difundió videos grabados en la intimidad cuando estaban juntos. Él fue detenido dos semanas y puesto en libertad tras pagar una fianza. Dos años más tarde, ella lo llevará juicio oral.

Términos legales en el país

En enero de este año el Gobierno incluyó la pornovenganza dentro del Código Penal al establecer una pena de entre seis meses o dos años o una multa económica. En algunos casos, la pena de prisión es de uno a tres años.

Por lo tanto, el Gobierno busca proteger a las víctimas de tal delito. Pero, ¿qué ocurre una vez que los videos y fotos están insertos dentro de internet? ¿Es posible que los contenidos puedan borrarse? Si bien las distintas plataformas web perjudican a un tercero, afortunadamente existen soluciones. En primer lugar, se puede localizar al propietario del dominio y solicitar que elimine el contenido. Por ejemplo, si un video o una fotografía se publicaron en una red social, dado que las plataformas tienen su propio reglamento legal, se puede reclamar para que tal contenido se elimine. Otra opción si la primera no funciona es denunciarlo a la policía para que deriven el caso a una organización gubernamental que esté especializada en delitos informáticos.