Doble programa de estafadores

Recientemente se estrenaron en Netflix dos documentales sobre estafadores con historias insólitas. El más comentado es «El estafador de Tinder» («The Tinder Swindler»), pero en esta nota te recomendamos sumar otro título que pasó un poco más desapercibido, «Quién maneja los hilos: tras la pista de los mayores impostores» («The Puppet Master: : Hunting the Ultimate Conman»).

La película tanto como la miniserie tienen algo en común: los hombres a quienes acusan están libres y se presume que continúan estafando personas alrededor del mundo. Luego de ofrecer un sinfín de documentales del género true crime sobre casos cerrados o lejanos en el pasado, nos encontramos con dos historias vivas y contemporáneas. El riesgo de dejar gusto a poco por lo inacabado de las historias se compensa con un trabajo de investigación que desanda años de recorrido y da mucha tela para cortar.

«El estafador de Tinder» es la que tuvo más repercusión, quizás la app de citas tan popular genera una curiosidad particular. Esta película cuenta sobre un hombre que diseñó un esquema piramidal basado en conquistar a una mujer, mostrarse como un hombre adinerado, convencerla de prestarle dinero y usar ese dinero para mostrarle una vida lujosa a la siguiente conquista, y así sucesivamente. No se sabe el daño económico concreto que acumula por desconocerse otras estafas, pero entre las tres víctimas que cuentan su historia (Cecilie Fjellhøy, Pernilla Sjöholm y Ayleen Charlotte) suman cientos de miles de dólares.

«Quién maneja los hilos: tras la pista de los mayores impostores» se presenta en formato miniserie con tres episodios sobre Robert Hendy-Freegard, quien se hacía pasar por espía británico para acercarse a personas con la excusa de que sus vidas estaban en peligro y debían seguir sus órdenes para estar a salvo. A partir de esto, mantuvo cautivas a varias personas que prestan su testimonio en el documental durante años, sin permitirles comunicación con sus familias, sometiéndolas a manipulaciones de una crueldad extrema y, además, convenciéndolas de entregarles todo el dinero que tenían.

Esta serie comienza con los hijos de una mujer llamada Sandra Clifton, que miran a cámara y piden a su madre que vuelva a casa, ya que desapareció en 2014 con este hombre que ahora se llamaría David y no se sabe nada de ellos. De esta manera, ambas historias funcionan como una alerta y un intento de boicotear los planes perversos de estos hombres mediante la exposición, aunque el resultado aún está por verse.