El ingreso a Sudamericana en llamas

El ingreso a las copas continentales es un tema que da para hablar. Es redundante decir que jugar una competencia internacional da prestigio. La realidad es que hoy, para los equipos argentinos, es una entrada fresca de dinero en dólares, que es lo que realmente los clubes buscan.

Los primeros 8 clubes de la tabla anual (Boca Juniors, Racing, River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata, Argentinos Juniors, Tigre, Huracán y Newell’s Old Boys) tienen asegurada su participación en una copa internacional en 2023. Los que todavía no tienen los pasajes asegurados son Estudiantes de La Plata y Defensa y Justicia, que tienen a varios equipos que les pueden arrebatar la clasificación a la Copa Sudamericana. Otra linda novela será la de los últimos boletos a la Copa Libertadores, pero ese es otro cuento.

Para entender un poco toda esta historia, es importante saber cómo funciona la famosa tabla anual. Del 1° al 4° puesto clasifican a Copa Libertadores y del 6° al 10° a Sudamericana. Como Boca ya clasificó a la Libertadores del 2023 al ser campeón de la Copa de la Liga en mayo, y en el hipotético caso que repita la hazaña en la Liga Profesional de Fútbol, el «Xeneize» liberaría un cupo extra en Libertadores al 5° mejor clasificado de la tabla anual, por consiguiente, también le da al 11° la chance de clasificar a la Copa Sudamericana.

Estudiantes de La Plata (9°, 58 puntos)

Si bien es difícil, el «Pincha» puede quedarse «sin el pan y sin la torta». En caso de que pierda los 3 juegos que le restan y se den algunos resultados, Estudiantes puede no clasificar a ninguna copa. Este viernes a las 19 horas juega una final ante Huracán por el cupo a Libertadores. Luego le quedan Vélez Sarsfield y Godoy Cruz.

Defensa y Justicia (10°, 56 puntos)

El «Halcón» sabe que su lucha es por entrar a Copa Sudamericana al quedarse lejos de la pelea por Libertadores. Y no la tiene tan sencilla: este viernes juega una final contra Unión a las 19 horas para asegurarse su entrada a un torneo continental y así escaparle al resto de los equipos que lo siguen. De todos modos, si saca 1 solo punto en 3 partidos y si Atlético Tucumán, San Lorenzo, Sarmiento y Godoy Cruz hacen lo suyo, los de Florencio Varela se quedarían sin clasificar.

Atlético Tucumán (11°, 56 puntos)

El «Decano», que está peleando el torneo, quiere entrar a una copa como sea y tiene grandes chanches. ¿Qué necesita? Por un lado, que Unión le gane a Defensa (o al menos que rescate un empate) y después ganar sus 2 partidos que le restan (aunque la realidad es que si saca 3 o 4 de 6 unidades estaría adentro). Los tucumanos terminarán su torneo enfrentando a Unión y a Defensa en la última fecha.

San Lorenzo de Almagro (12°, 52 puntos)

El «Ciclón» sabe que es difícil, pero no pierde las esperanzas de volver a jugar una copa. Al estar a 4 puntos del último cupo, no depende de sí mismo y necesita que se den varios resultados. ¿Cuáles son esos? En primera instancia, que Unión le gane a Defensa. Por otro lado, necesita que tanto Atlético Tucumán como Defensa y Justicia pierdan puntos en estas últimas dos fechas, sobre todo, pensando en que estos se enfrentarán en la última cita. Por sobre todas las cosas, requiere ganar las dos finales que le quedan: Sarmiento en Junín (rival directo) y Aldosivi en el Nuevo Gasómetro.

Sarmiento (13°, 52 puntos)

Al igual que San Lorenzo, sabe que es difícil, pero no pierde la ilusión. Necesita que se den los mismos resultados que el «Ciclón» pero, por su parte, debe ganar sus dos finales restantes: San Lorenzo y Banfield en el Florencio Sola.

Godoy Cruz (14°, 51 puntos)

Por el lado del «Tomba» es casi milagroso que juegue una copa el año que viene, pero va a dar pelea hasta el final: si gana sus 2 partidos (Patronato y Estudiantes), Atlético Tucumán pierde los suyos, Defensa también y, además, esperar que San Lorenzo y Sarmiento no hagan 6 de 6, Godoy Cruz sellaría su pase a Copa Sudamericana. Sin dudas, es el que más complicado la tiene, pero las matemáticas avalan a los mendocinos.

Artículo elaborado especialmente para puntocero por Lucas Castro.