El loco mundo del espectáculo

Frozen

Si esto no es de resentido…
Imaginemos que tenemos una novia perfecta, muy superior a nosotros. Luego de muchas, y digo muchas, idas y vueltas, la relación se termina y mientras mi vida se va por el inodoro ella comienza a salir con el tipo más envidiable del mundo, que ahora lo es más por, encima, tenerla a ella.
Un complicado panorama y muchos celos es lo que hace posible este lindo embrollo. Lo que antes parecía reservado para las mujeres, aquella típica exresentida, completamente loca y dispuesta a cualquier cosa por ver a su ex sufrir, parece que de la mano de Nick Loeb se volvió un poco mas equitativo.
Este Nick Loeb es el douchebag exnovio de Sofia Vergara. La actriz de «Modern Family» está saliendo actualmente con su contraparte masculina, el actor Joe Manganiello. Si vos crees que Sofia Vergara está buenísima, es porque todavía no la viste junto a Joe. Supongo que cualquier persona en el mundo está celosa de estos dos. Sobre todo el don nadie ex de Vergara.
El problema comenzó cuando Sofia y Nick decidieron que, quizás, dentro de un par de años iban a querer tener hijos. Sofia luce unos despampanantes 43 años y sabía que eso de procrear no iba a ser posible para siempre. La por entonces pareja decidió congelar los embriones fecundados para un futuro uso.
El tema es que hoy, separados, Nick quiere la custodia de esos fetos congelados. Sofia en ningún momento dijo que quería deshacerse de esos embriones pero Nick alega que dejarlos ahí congelados es como matarlos. Literalmente, Nick llegó a decir que dejarlos congelados era lo mismo que abortarlos.
Esta pelea no solo deja entrever un conflicto legal de lo mas extraño sino que abre la puerta para conversar de ciertos temas: aborto, paternidad, fertilización in vitro, religión, etcétera. No nos olvidemos que Sofia tiene muchos fans católicos que no están muy a favor del aborto. Y, según ella, todo esto es un simple movimiento de prensa para hacerla quedar mal.

Y comieron perdices… o sangre

Colorín colorado, los vampiritos se han casado.
Y así es como Nikki Reed, la actriz más nada del mundo, e Ian «ojazos» Somerhalder se unieron en matrimonio. Casi casi sin que nadie se enterase.
Lo que llama la atención es la rapidez con lo que esto sucedió. Ok, es Hollywood, el lugar donde los famosos encuentran al amor de sus vidas y en menos de una semana están casados y separados. Pero recordemos que Nikki está recién divorciada. Me encantaría saber qué es lo que dice la exnovia y coprotagonista de Ian en este momento. Qué difícil debe ser ver a tu ex todos los días, tener que poner buena cara porque estás en el laburo y encima saber que no podría estar más feliz ni enamorado. ¡Ma-ta-te!
Si bien la boda fue más o menos chica (tal como ella quería), parece que la luna de miel será a todo trapo. Los tortolitos tienen pensado (por sus agendas bastante desocupadas) hacer un extravagante y largo viaje alrededor del mundo.

Los bañeros más pasados

Había una vez un niño estrella. El niño trabajaba en una serie de televisión de lo mas icónica y exitosa. El niño creció en la TV y se convirtió en un lindo muchachito. Para cuando la serie fue cancelada, como cualquier otro niño estrella, el niño estaba estrellado.
Exceso de fiestas y muchas anfetaminas hicieron de este niñito un monstruo.
El actor intentó por todos los medios conseguir un trabajo pero su imagen había cambiado demasiado y se dedicó a hacer de tarjetero para un par de boliches y de animador. Justo lo que necesitaba, una vida nocturna. El niño pasó por varios reality shows como «Confessions of a teen idol», «Celebrity rehab con Dr. Drew» (uno de los mejores realities de todos los tiempos, muy especialmente por la presencia del Dr. Drew) y, obviamente, «Gran Hermano».
Lo divertido de esta historia es que aquel niño que solía ser famoso acaba de acuchillar a una persona en la calle. Aparentemente, sus compañeros de «Gran Hermano» se habían quejado del comportamiento errático y agresivo de este chico, pero nadie les prestó mucha atención. Así que cuando esta noticia salió a la luz no le sorprendió a nadie. Gracias a dios, la victima no murió y pudo identificar a su agresor como «Hobie», el hijo de Mitch Buchannon en «Baywatch».
Jeremy Jackson fue llevado a la comisaria por posible asalto con arma blanca pero fue liberado el mismo día al pagar una fianza. Lo extraño es que lo primero que hizo cuando salió de ahí fue dirigirse a la escena del crimen, donde fue arrestado otra vez.