En la noche europea, el GPS nos dirige a Oporto, Portugal, donde este sábado se disputará la final de la UEFA Champions League 2020/2021. El recinto deportivo, Do Dragao, albergará la final inglesa entre Chelsea y Manchester City. Este último, disputará una final del torneo internacional por primera vez, mientras que los «Blues» llegan a su tercera final con 50% de efectividad.
Chelsea cuenta en su historial con definiciones en penales: en el 2008 se enfrentó al Manchester United y, tras igualar 1-1, todo se definió desde los doce pasos y Van der Sar se convirtió en héroe tras atajar el tiro de Nicolas Anelka. Cuatro años más tarde (2012) llegaría su revancha ante Bayer Munchen, equipo alemán que disputaba la final en su casa, Allianz Arena. Luego de empatar 1-1 en el tiempo reglamentario, desde el punto penal y tras una excelente atajada de Petr Čech y el disparo en el palo del jugador alemán Bastian Schweinsteiger, Chelsea se consagró campeón de la Liga de Campeones.
Los dirigidos por Josep Guardiola tienen un desafío por afrontar. Como consecuencia de años de trabajo, llegan a la tan ansiada final de la Champions por primera vez en su historia. Los «Citizens» tienen un antecedente negativo ante Chelsea, que no sabe qué es perder, ya que los partidos que disputaron por la liga local fueron victorias azules. El estratega alemán, Thomas Tuchel, eliminó a los «Ciudadanos» de la FA Cup y luego evitó el festejo anticipado en el título local en la fecha 35 de la Premier League.
El encuentro contará con 16.500 espectadores: cada equipo cuenta con seis mil entradas reservadas para fans locales, mientras que el resto se otorgó para el público en general. De acuerdo a la situación sanitaria de Portugal, las autoridades determinaron un aforo de 33%.
