Esta semana, el Congreso español votó a favor de la ley de autodeterminación de género, en un claro avance hacia los derechos de las diversidades.
En este sentido, se establece que personas menores de 16 años podrán cambiar de sexo sin la obligatoriedad de informes médicos o psicológicos y prescindiendo de los tratamientos de hormonación si así lo desean.
Esta ley, que considera la decisión de las personas establece que los menores de entre 16 y 14 años podrán cambiar su sexo en el registro siempre que acudan con sus padres o tutores legales, mientras que entre los 12 y 14 años necesitarán autorización judicial. En los casos de modificación genital, serán autorizadas solo con indicaciones médicas, esta precaución se toma debido a experiencias negativas que tuvieron lugar en otros países, tales como Suecia.
En esta línea y a modo de resguardo ante situaciones que se dieron en diversos países, esta nueva legislación prevé que los hombres que cambien su sexo no podrán eludir denuncias ni condenas por violencia de género, ya que conservarán las mismas obligaciones jurídicas previas a rectificar su sexo.
La ley contó con resistencias de parte de la Derecha y algunos sectores del feminismo más radical y excluyente quienes, incluso, llegaron a manifestarse en las inmediaciones del Congreso expresando que la “ley trans” atenta contra las mujeres, ya que ahora podrán serlo a través de un trámite.
