Los chistes que hacían falta

Este viernes 17 de febrero se estrenó «División Palermo», una nueva serie argentina creada por Santiago Korovsky y producida por Netflix. Esta comedia cuenta sobre una novedosa Guardia Urbana en la Ciudad de Buenos Aires, cuya principal cualidad es la inclusión de minorías en la selección de sus agentes.

Felipe (Santiago Korovsky) acude a una comisaría para hacer una denuncia, pero termina consiguiendo empleo en este equipo de guardias que no tienen una función muy clara más allá de dar una imagen de «fuerza de seguridad diversa».

El tráiler podía despertar la idea de que la serie iba a hacer «todos los chistes que no se pueden hacer» pero, por el contrario, hace todos los chistes que hacían falta. La distinción aquí está entre reconocer de quién (o de qué) se ríe «División Palermo», más allá del sujeto del chiste. Y lo cierto es que apunta fuerte y al centro del marketing arrollador que se levantó sobre la consigna de «ser más inclusivos» y la cantidad de fallidos que se desprenden a partir de eso. Y, por supuesto, que se ríe de nosotros y lo torpes que podemos llegar a ser más de una vez.

«División Palermo» abraza una zona de la comedia un poco postergada en pos de un sentido unívoco de «representación responsable» de los problemas sociales. La representación audiovisual de denuncia se volvió predominante (y con razón), pero esta serie aparece para recordarnos que hay otros canales disponibles para que otros cuerpos y fisionomías sean protagonistas. En este caso, siendo sujetos activos del humor y no como el blanco de burla por ser como son, como tradicionalmente encontramos cuando revisamos aquello que nos hizo reír mucho tiempo.

La extensión es de 8 capítulos de aproximadamente 25 minutos, en cada uno se propone una nueva misión para ver a este equipo en acción, en la calle, interactuando con los personajes y conflictos de la ciudad. Además, hay una trama policial que abarca toda la extensión de la temporada. Felipe intenta descubrir quién le disparó a su compañero y, paralelamente, resolver el interés romántico que se despierta por Sofía (Pilar Gamboa), aunque ella mientras tanto lidia con la lástima y la mirada compasiva de cada persona que no puede ver más allá de su silla de ruedas.

El gran equipo que está detrás de cámara como en el guion, dirección y montaje, diseñó una puesta en escena que se completa con una selección enorme de actores y actrices provenientes de distintos espacios y haciendo un trabajo perfecto: Daniel Hendler, Martín Garabal, Marcelo Subiotto, Charo López, Fabián Arenillas, Carlos Belloso, Sergio Prina, Valeria Lois, Iair Said, Alan Sabbagh, Rafael Spregelburd, Hernán Cuevas, Renato Condori Sangalli, Facundo Bogarin y Valeria Licciardi, entre muchísimos otros.

«División Palermo» es un destello dentro de la producción local a manos de Netflix, que venía de decepción en decepción («Granizo», «La ira de Dios», «Pipa» y «Matrimillas») y, ojalá, un augurio de nuevas ideas y talentos en un espacio de semejante alcance.