Con el «estreno» de Mauricio Macri como mandatario y representante de Argentina ante sus pares (y canciller, en el caso de Venezuela) de las restantes naciones que integran el Mercado Común del Sur (Mercosur), finalizó este lunes 21 de diciembre la 49° Cumbre en Paraguay.
El encuentro tuvo como saldo la rúbrica de un documento con 37 puntos a tratar para impulsar, afirmar y solucionar los distintos temas que atañen a la integración regional.
Entre estos se destaca la solicitud de aquellos países sin salida al mar para recibir el apoyo necesario a través de medidas concretas que faciliten libertades de circulación, profundizar el comercio y la competitividad entre los Estados miembro, consolidar la democracia y el respeto por los derechos humanos, la generación de empleos y crecimiento económico además de fomentar la utilización de biocombustibles, se hizo hincapié en valorar la inclusión social y se destacaron iniciativas que consolidaron la unión como lo son el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), la Unión de las Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Además, la cumbre tuvo un hecho destacado por parte del presidente argentino, quien días atrás anunció que iniciaría una campaña para que se revise la participación de Venezuela en el bloque y exigió la liberación de los presos políticos en el país que gobierna Nicolás Maduro.
Así, Mauricio Macri leyó el discurso previamente preparado, en el que solicitó «delante de todos los presidentes, pedir expresamente por la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela. En los Estados parte del Mercosur no puede haber lugar para la persecución política por razones ideológicas ni la privación ilegítima de la libertad por pensar distinto», a la vez que, «así como quiero pedir prudencia a la oposición venezolana tras los comicios, también quisiera pedirles a los Estados parte y en especial al gobierno de Venezuela que trabajemos incansablemente para consolidar una verdadera cultura democrática en la región, una democracia que incluya a todos», manifestó el mandatario.
La respuesta no se hizo esperar
Delcy Rodríguez, canciller venezolana en la asamblea en lugar del ausente con aviso Nicolás Maduro, silenció a Macri al refutar el planteo. «Usted está haciendo injerencionismo en el Gobierno de Venezuela. Está defendiendo la violencia política. En las manifestaciones que usted menciona incineraron el Ministerio Público, servicios públicos esenciales, centros de alimentos y 19 universidades, además de servicios de salud». Además, mientras la representante mostraba fotografías de las manifestaciones «pacifistas» de la oposición en Venezuela en la que los presentes portaban bazookas y armas de guerra, imágenes todas pertenecientes a la agencia AFP para evitar suspicacias, Rodríguez continuó: «Entiendo que usted asuma esta postura, ya que en uno de sus primeros discursos anunciaba que liberaría a responsables de torturas en Argentina durante la última dictadura. Si vamos a hablar de derechos humanos de forma franca, como lo pidió Mauricio Macri, debemos hablar de forma clara y franca y no de doble estándar y doble moral», expresaba Rodríguez ante la mirada de Macri quien, para salir de la incomodidad, dialogaba con Marcos Peña, jefe de Gabinete del gobierno nacional.
Finalmente, la canciller culpó al Presidente argentino de iniciar un proceso a Hebe de Bonafini por incitar una «manifestación pacífica contra su gobierno». Asimismo, declaró que «en Venezuela existen poderes públicos independientes que deben ser respetados por la comunidad internacional. Ante esta situación actuaron los poderes públicos». En otro orden de temas pidió a los miembros del bloque «la integración», que «también supone ideologías y en esto el Mercosur tiene muchas opciones de relacionamiento. Escuché hablar a la gente de la crisis económica y eso también tiene impacto con nuestras economías. Tenemos que pensar en qué modelo deseamos construir como modelo suramericano. ¿Por qué no fortalecer el banco del sur y nuestras monedas locales?», interpeló a los presentes y luego concluyó: «Debemos de pensar como suramericanos, en cómo fortalecemos a los programas sociales y hacer los aspectos económicos, políticos y financieros para beneficio de nuestros pueblos».
Así, con momentos de tensión diplomática y otros tantos en las que se aúnan esfuerzos por consolidar la región, finalizó la 49° Cumbre de mandatarios del Mercosur en la que se entregó la presidencia pro témpore a Uruguay -se encontraba en manos de Paraguay-, con la presencia de Michelle Bachelet (Chile), Dilma Rousseff (Brasil), Horacio Cartes (Paraguay), Evo Morales (Bolivia), Moses Nagamootoo (Guyana), Tabaré Vázquez (Uruguay) y los ya mencionados Delcy Rodríguez y Mauricio Macri.